Comer frutas y verduras contribuye al funcionamiento normal del cuerpo, al aportar vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Una dieta equilibrada, con un importante componente de estos alimentos, ralentiza el envejecimiento.
También ayuda a proteger contra “enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer”, refieren los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el consumo de frutas y verduras debe incluir una adecuada higiene, porque las variedades que se consumen crudas pueden contener salmonella, E. Coli y listeria, microbios que causan enfermedades, advierten los CDC.
Cómo lavar frutas y verduras
Las claves para lavar las frutas y verduras de temporada las recoge Clínica Mayo, organización sin fines de lucro y dedicada a la práctica médica, la educación y la investigación, que recomienda lavarlas con agua fría corriente. No utilizar ningún producto de lavado ni vinagre, solo agua corriendo.
Así debe ser el lavado:
- Brócoli, coliflor y demás verduras crucíferas deben cortarse cuando están secas y lavarlas con abundante agua en un colador.
- Verduras de hoja verde como espinacas, acelgas deben lavarse en un envase con abundante agua fría, removiendo constantemente y enjuagando. Luego, secar las hojas en forma individual con toallas de papel.
- Tomates, berenjenas: lavar estas verduras antes de cortarlas para evitar que se ablanden con el agua.
- Fréjoles, guisantes deben lavarse en un colador, con abundante agua fría.
- Zanahorias, papas: las hortalizas de raíz deben lavarse con un cepillo especial para verduras. Usar abundante agua corriente,
- Cebolla, ajo: lavar antes de cortar para evitar patógenos.
Cómo almacenar frutas y verduras
En cuanto al almacenado de las frutas y verduras, las recomendaciones de Clínica Mayo para conservarlas frescas por más tiempo incluyen los siguientes tips, una vez estén limpias.
Algunas frutas y verduras deben conservarse a temperatura ambiente para preservar su frescura y sabor:
- Las manzanas, melones, melocotones, ciruelas, nectarinas y tomates pueden colocarse a temperatura ambiente y se mantendrán frescos por al menos cinco días.
- Las papas, cebollas, ajo también deben estar fuera del refrigerador para conservarse frescos por más tiempo.
- La cebolla puede durar hasta un mes en un lugar fresco y ventilado; el ajo se mantiene en buen estado hasta ocho semanas en un envase abierto, colocado en un lugar fresco y oscuro.
Clínica Mayo recomienda colocar dentro del refrigerador:
- Las bayas y cerezas. Retirar las que estén en mal estado y ponerlas en un recipiente con toallas de papel. Durarán una semana.
- Las verduras que deben guardarse en el refrigerador son los pepinos, pimientos, zanahorias, lechuga, zapallo, verduras de hoja verde y maíz.
- Para que duren más tiempo, las zanahorias deben guardarse en una funda plástica sellada.
- Los pepinos durarán frescos una semana en una funda plástica.
- Los pimientos se mantendrán en buen estado cinco días si se colocan en una funda de papel en la parte más fría del refrigerador.