Cartas desde Barcelona: Show me the money

El Barça, como todos los equipos que se precien, utiliza la pretemporada para hacer caja con una gira. 

El futbol de verano ya no es lo que era. Ni por asomo. En la antigüedad (ya puede considerarse así al hablar de tres décadas atrás) las pretemporadas servían para adelgazar, poner a punto las piernas y adaptar los fichajes al grupo. El aficionado se sentaba frente al televisor para ver divertidas goleadas contra equipos amateurs y esperaba con ilusión la cita del Trofeo Joan Gamper, la verdadera puesta de largo del Barça. Hoy nada es así. Hoy se trata de facturar...

El Barça, como todos los equipos que se precien, utiliza la pretemporada para hacer caja con una gira (Estados Unidos este año, Asia cualquier otro) que le reportará unos 18 millones de dólares (sin contar el perjuicio de la cancelación del duelo ante la Juventus) y en la que la puesta a punto de sus futbolistas se convierte en un asunto secundario encajado entre actos institucionales y partidos de relumbrón contra rivales de primer nivel.

Este miércoles fue contra un Arsenal mucho más rodado, el sábado, cuidado ahí, enfrentará un Clásico que poco tiene de amistoso a ojos del hincha y acabará ante un Milan que tampoco es poca cosa. Y todo ello con desplazamientos tan cómodos... como engorrosos. De Los Ángeles a Texas y después a Las Vegas.

Nada que ver con aquellos tiempos en que la vieja Holanda (hoy Países Bajos) acogía a la plantilla azulgrana durante diez días. O antes Andorra o después Inglaterra. Entonces no se trataba de generar ingresos por encima de todo. Era otra cosa.

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