'Dar tranquilidad a las familias no tiene precio'.
Una gran trayectoria mantiene el doctor Loth Tipa Mota Natarén, quien a lo largo de más de 50 años ha podido colocarse como un médico con una gran labor social, a menudo atento a las necesidades de población vulnerable y en luchar constantemente contra una de las problemáticas que se han incrementado en los últimos años.
Doctor, usted es reconocido por apoyar en diversas causas, una de las principales es la del combate a las adicciones, ¿Cómo surge el deseo de aportar en esta problemática?
"Yo tengo más de 40 años en Piedras Negras, en 1976 vino de la Ciudad de México el Centro de Integración Juvenil, que es una institución que siempre ha luchado por la prevención de las adicciones, en ese entonces yo era el médico del Club de Leones y le pidieron a ellos que nombraran a algún representante para que fuera el fundador de los Centros de Integración en Piedras Negras y me nombraron a mí por decisión de la asamblea, estuve aproximadamente ocho años como presidente del patronato del Centro de Integración Juvenil, que se dedica a la prevención de adicciones en los jóvenes, a raíz de ello me profundice más en el tema, a tal grado que hice un diplomado en la universidad de Nuevo León, con ello tuve muchos más conocimientos con los problemas de las drogas".
¿Actualmente esto es una situación de alerta para Piedras Negras?
"Nuestra ciudad lamentablemente se encuentra invadida por el cristal, pero no solo aquí en Piedras Negras, sino en todo el estado y a nivel mundial, hasta el momento no hemos encontrado el caso de alguna otra droga potente, como en años atrás, donde incluso los jóvenes usaban gasolina".
¿Qué ha sido lo difícil de poder establecer un programa o que las familias acepten que sus hijos requieren ayuda?
"Como siempre los padres de familia tienden a negar que sus hijos andan mal, actualmente por lo mal que se sienten es como acuden o piden ayuda a sus padres, pues algunos ya presentan síntomas de intoxicación severa a tal grado que han parado en hospitales".
¿Qué le deja a usted el conocer todos estos casos de adicciones?
"A mí me entristece muchos ver jóvenes, pero más que jóvenes a los niños de 12, 16 años, ver como su cerebro está cambiando, pero eso no justifica el que se hagan drogadictos, pero también me entristece ver adultos mayores de 20 años, de 40 incluso que están drogándose por el amor de Dios, qué tristeza da conocer estos casos, pues donde está su mentalidad para tener estas actitudes, muchos de ellos perdiendo a sus familias, esposas, esposos, hijos".
Desde que inició hasta del día de hoy, ¿Qué es lo que considera, que es lo que lo hace seguir luchando por esta causa?
"Me decía mi esposa "¿por qué sigues trabajando si nada más estamos solo tú y yo y tenemos dos pensiones?, le digo yo, que más que por el dinero, aunque a nadie le cae mal un dinerito extra, lo hago por rescatar a los drogadictos que quieren hacerlo, por ello estoy desde las 7:30 de la mañana, aquí en el CAAD, para apoyarlos".
¿Qué es lo gratificante de su trabajo?
"A mí en lo personal lo que me hace muy feliz y lo más gratificante que me voy a llevar es ver como devuelvo la tranquilidad de un muchacho que deja las drogas, ver como le cambia su semblante, darle tranquilidad a sus familias, eso para mí no tiene precio".
Doctor, un mensaje para la sociedad en general...
"Una recomendación es solucionar la falta de comunicación y amor entre padres e hijos y la tecnología ha sido un factor grave para ello, mi consejo es que por favor quieran mucho a sus hijos, que les demuestren mucho amor, mucho afecto y comunicación, pues para eso somos padres, para formarlos, para que en un futuro sean buenos".