Los pediatras y otros médicos de atención primaria tienen una función clave en la prevención de ahogamientos, un "grave problema de salud pública" que representa una de las principales causas de muerte y secuelas en niños y adolescentes, advirtió un comunicado de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) en el Día Mundial de la Prevención de Ahogamientos, que desde 2021 se conmemora todos los 25 de julio por resolución de las Naciones Unidas. El lema de este año es: "Cualquiera puede ahogarse, a nadie debería sucederle".
"El ahogamiento muchas veces no causa la muerte, pero genera grandes consecuencias al paciente, a la familia y al sistema de salud", resaltaron los pediatras argentinos. "Se calcula que, por cada caso fatal, hay 4 eventos no fatales, muchos de los cuales llevan a secuelas y discapacidad. Pero es probable que haya mucho subregistro", señaló a Medscape en español la Dra. María Florencia Barril, pediatra del Hospital de Morón, en el Gran Buenos Aires, Argentina, e integrante del Comité Nacional de Prevención de Lesiones de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Los ahogamientos son la tercera causa de muerte por lesiones involuntarias y en 2016 representaron la sexta causa de muerte en niños de 5 a 14 años en países como México (2% del total) y Brasil (4%), según datos de The Lancet reportados por Medscape en portugués.
En el año 2021 en Argentina hubo 281 muertes, 108 de las cuales se produjeron en menores de 18 años, o 1 caso cada 3 días. "Puede ocurrirle a cualquiera de nosotros: solo se necesita un medio líquido [incluso apenas 10 cm], una condición propicia y un ser humano", subraya el comunicado. Y las cifras podrían empeorar por el cambio climático, no solo por eventos extremos como inundaciones o huracanes, sino también porque cada grado de aumento de temperatura aumenta los ahogamientos, según reportó The New York Times.
"Los incidentes viales tienen mejor establecidas las causas y circunstancias, pero, en ahogamientos, tenemos muy malas estadísticas. Probablemente, el número de ahogamientos en agua o cualquier otro medio líquido, como aceite o barro, sea mucho mayor. Los niños pequeños, sobre todo los deambuladores, se han ahogado en cualquier cosa. Se inclinan y ya no se pueden levantar", describió a Medscape en español otra firmante del documento, Dra. Cecilia Rizutti, también miembro de los comités metropolitano y nacional de Prevención de Lesiones de la sociedad científica.