El apego evitativo se genera desde la infancia. Se trata de personas que pueden llegar a tener dificultades para conectar de forma profunda con otras.
El apego es un tipo de vínculo emocional que ocurre entre personas y se asocia con las relaciones íntimas, como las que existen entre progenitores e hijos o entre parejas sexo-afectivas. Este queda determinado en la infancia a partir del los niveles de cuidados y atención que recibimos de nuestros cuidadores más importantes.
Es esencial lo que sentimos desde la infancia y cómo nos relacionamos con nuestros progenitores, pues la relación que forjamos con ellos es el primer vínculo que formaremos. Lo que ocurra durante esta etapa nos ayuda a orientarnos y construir relaciones con otras personas en un futuro. Pero, ¿qué pasa cuando alguien desarrolla apego evitativo en su infancia y cómo repercute en sus relaciones de pareja en el futuro?
¿Qué pasa con el apego evitativo?
John Bowlby, psicólogo y psiquiatra, desarrolló la teoría del apego. Según con Cuerpo y Mente, esta teoría explica que los humanos estamos filogenéticamente predispuestos a formar vínculos emocionales con aquellas y aquellos que nos cuidan y nos proporcionan seguridad.
Gracias a las investigaciones de la psicóloga estadounidense-canadiense Mary Dinsmore Ainsworth sobre el apego entre 1960 y 1970, sw identificaron tres patrones distintos de apego: el seguro, el evitativo y el ambivalente o resistente. Estos dos últimos se pueden caracterizar como “apego inseguro”. Diversas investigaciones han demostrado que el apego que desarrollamos desde la infancia se mantiene estable a lo largo de la vida en la mayoría de las personas, aunque también puede llegar a modificarse.
El apego evitativo en la adultez puede manifestarse como evitativo-despectivo o evitativo-temeroso. La presencia de alguno de los dos tiene que ver con las experiencias particulares de cada persona. El estilo evitativo-despectivo se presenta como la necesidad de independencia y de autosuficiencia, así como de evitar que otras personas dependan de una. Por otro lado, el apego evitativo-temeroso por lo general se manifiesta con el deseo de tener relaciones interpersonales íntimas, pero con dificultades para confiar en los demás y para depender de ellos por temor a ser heridos emocionalmente.
¿Qué ocurre en las relaciones de pareja y el apego evitativo?
Tener una pareja con este tipo de apego tiene dificultades particulares. Se trata de personas que por momentos tienen problemas para conectar profundamente con los demás.
Médico Plus detalla que en ocasiones las personas con apego evitativo suelen tener la necesidad de espacio e independencia; pueden tener rechazo al compromiso; problemas para vincularse plenamente con otra persona y crean barreras; pueden tener problemas para expresar o definir las emociones que sienten e incluso pueden llegar a ignorar los problemas o evadirlos. Además, pueden llegar a ser contradictorias con sus parejas.
En estos casos, es necesario sentarse a platicar con tu pareja sobre la situación, si es que afecta a ambas partes, y buscar ayuda de un profesional y buscar formas de relacionarse que le funcionen a ambas partes. Tener apego evitativo no es sinónimo de que algo está mal con la persona que lo vive, simplemente se trata de una forma de asimilar lo que pasa a su alrededor. Como pareja, deben intentar comprenderse y tenerse paciencia. La comunicación y la ayuda es clave para lograr una mayor conexión para ambas personas.