Las boyas colocadas entre las ciudades fronterizas de Eagle Pass y Piedras Negras, México, son la más reciente escalada en la operación de seguridad fronteriza emprendida por Texas.
El Departamento de Justicia interpuso el lunes una demanda contra el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, por una barrera flotante que el estado instaló recientemente en el río Grande — también conocido como Bravo — que representa la más reciente en una serie de tácticas agresivas para impedir que los migrantes ingresen a Estados Unidos desde México.
La demanda a un juez federal en Austin que obligue a Texas a retirar la fila de enormes boyas anaranjadas que se extienda unos 305 metros (mil pies), la cual el gobierno federal asegura que plantea problemas ambientales y humanitarios. La denuncia también afirma que Texas instaló la barrera de forma ilícita sin obtener los permisos necesarios.
Las boyas colocadas entre las ciudades fronterizas de Eagle Pass y Piedras Negras, México, son la más reciente escalada en la operación de seguridad fronteriza emprendida por Texas, la cual también incluye cercado con alambre de púas, detención de migrantes por cargas de invasión de propiedad privada y el envío de solicitantes de asilo hacia ciudades de otros estados con gobiernos demócratas.
Los opositores han puesto en tela de juicio desde hace tiempo la efectividad de la operación conocida como Lone Star, la cual ha estado en vigor durante dos años. Además, relato de un patrullero estatal hace unos días sobre que las medidas causan heridas a los migrantes ha puesto nuevamente a la misión bajo el microscopio.