Las temperaturas están alcanzando extremos en todo el mundo. Los riesgos que presenta un nivel de calor peligroso para el cuerpo humano son conocidos.
Solo en Estados Unidos, el calor causa cientos de muertes al año y decenas de miles de visitas al hospital (y eso que EU está mejor preparado que gran parte del planeta para enfrentarlo). Sin embargo, la manera en que influye estos veranos más calurosos en nuestra salud mental es menos clara.
Más allá de los efectos inmediatos del aumento de las temperaturas, existe el problema psicológico más amplio de vivir en un mundo que se está calentando.
El año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los países a incorporar la consideración de salud mental en su planificación para el cambio climático.
¿Cómo afecta el calentamiento global a la salud de las personas?
El calentamiento global ya ha dañado la salud mental de las personas y se espera que aumenten los niveles de estrés y ansiedad, advierte el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
Las temperaturas más altas, especialmente bruscas alzas anómalas y olas de calor, podrían estar relacionadas con un aumento en las tasas de suicidios y visitas al hospital por enfermedades mentales, revelaron una reciente revisión de estudios en una publicación de The Lancet.
Hay algunas formas en que esto podría suceder; por ejemplo, el efecto del calor en funciones fisicas como el flujo sanguíneo podría afectar los estados mentales.
También puede interrumpir el sueño, lo que puede conducir a cambios cognitivos, señalaron los investigadores.
Y algunos medicamentos psiquiátricos pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura.
Pero, en general, la evidencia que encontraron los investigadores de The Lancet “tiene baja certeza”, por lo que se necesita más investigación.
Los efectos sobre la salud mental estuvieron más asociados con variaciones extremas en las temperaturas que con temperaturas altas absolutas. Esencialmente, las personas acostumbradas a un clima caluroso se vieron menos afectadas por él.
Considerando esto, “el cambio climático podría no aumentar, necesariamente, los problemas de salud mental porque las personas podrían adaptarse con el tiempo, lo que significa que las temperaturas más altas podrían volverse normales y no ser percibidas como anómalas o extremas”, escribieron los autores.
Pero el cambio climático también interrumpió las olas de calor y la selección de la temperatura, que son los tipos de eventos atípicos relacionados con la angustia mental, escribieron.
Hicieron un llamado a tomar “medidas para mitigar el cambio climático e incrementar la resiliencia en infraestructuras, sistemas de salud y comunidades”.
La exposición a condiciones climáticas extremas, como huracanes, también está relacionada con problemas de salud mental.
Cualquiera que haya experimentado una ola de calor o un desastre climático no necesita un estudio de investigación para saber que puede afectar tanto el cuerpo como la mente.