Es complicado hablar de una suficiencia de profesionales de salud mental, pero se trabaja en coordinación institucional para dar un abasto a la población, destacó el especialista.
Saltillo, MÁS. – Un especialista en psiquiatría comenta que con los cambios que tuvo la Ley General de Salud, a partir de mayo los hospitales de segundo nivel deben estar en posibilidades de tratar a pacientes con alguna enfermedad mental y requieran tratamiento psiquiátrico.
Ángel Alarcón recordó que a finales de mayo, a nivel federal se formalizó la fusión de Salud Mental y Adicciones, que ambas eran regidas por tres organismos: la Comisión Nacional para las Adicciones (CONADICT), los Servicios de Atención Psiquiátrico (SAP) y el Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental (ST-CONSAME).
Las tres desaparecieron y se creó la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) y desde entonces se transformó también en el nivel estatal para dar un mejor manejo a la salud mental y adicciones.
Se trata de un trabajo coordinado que comenzó con la reforma a la ley general de salud y que en un principio se hizo un poco de confusión, pero, en sí, indica que la salud mental les confiere a todos los niveles de atención hospitalaria y no exclusivo del tercer nivel.
“A diferencia de otras especialidades que requieren atención en unidades muy especializadas de tercer nivel, en la parte psiquiátrica estamos tratando con pacientes que tienen muy seguramente comorbilidades y es complicado tratarle su comorbilidad si está en una unidad que exclusivamente ve psiquiatría”.
Afirmó que no hay forma de dar esas interconsultas bajo ese sistema para que tenga una atención integral, por lo que se busca que esto esté en un segundo nivel y pueda ser tratado su padecimiento psiquiátrico y también las otras enfermedades que llegue a padecer la persona.
En cuanto a si el sistema de salud está rebasado en este aspecto, por ejemplo, camas suficientes para esa atención de pacientes o medicamento, el especialista comentó que si el hospital cuenta con camas censables podrá atender pacientes con trastorno psiquiátrico y los podrá mantener ahí, se le llama estancia corta de 3 a 7 días.
Por el contrario, en una clínica como el CESAME la estancia es intermedia y dura desde 7 días hasta un mes.
Respecto del medicamento a nivel nacional se cuenta con un 87 por ciento de abasto, pero por los cambios en la salud mental estas estructuras cambian no solamente en Coahuila.
Días después de que el especialista del área de Salud Mental de la Secretaría de Salud afirmara que se trabaja para hacer dichas adecuaciones, la dependencia emitió un boletín referente al Centro Estatal de Salud Mental.
Explicó que el CESAME, hospital de segundo nivel, cuenta con la infraestructura necesaria y especialistas para atender a aquellos pacientes que requieran de una atención de urgencia o consulta por depresión derivada del COVID-19.
Que de cada 10 personas que acuden por atención, 2 van por primera vez y 8 son los denominados pacientes subsecuentes, asimismo cuenta con área de Urgencias que opera las 24 horas.