Megan Fox se enfrentó contra su sexualización mientras se reían de ella

Es triste y sorprendente descubrir que, a pesar de su éxito en la industria del cine, Megan Fox fue marginada y odiada durante su tiempo en el colegio. La actriz ha hablado abiertamente sobre la falta de amigas y cómo se sentía más cómoda entre los chicos que entre las chicas.

Aunque logró convertirse en una estrella de Hollywood, la fama no erradicó las burlas, ya que se convirtió en objeto de críticas y comentarios negativos por parte del público en general.

“Michael es una especie de Napoleón que desea crearse esta infame y enfermiza reputación de loco. Sólo quiere ser Hitler en su set de rodaje, y lo consigue. Es una pesadilla trabajar para él pero, cuando se aleja de las cámaras y deja de ser director, es muy divertido estar con Michael. Fuera de los rodajes, es muy vulnerable y frágil, pero dentro de ellos es un tirano”, dijo Megan Fox.

En una entrevista para GQ, Michael Bay declaró que si dejó de contar con Megan Fox fue por petición de Steven Spielberg. “Supongo que sabrán todo aquello de Hitler”, comentó Bay. Pues en cuanto Spielberg se enteró, me dijo que la despidiese”. Y él lo hizo.

Años después, Megan Fox rememoró su experiencia en Transformers durante una aparición en el show de Jimmy Kimmel. El presentador no dudó en abordar el tema, preguntándole directamente sobre su relación con Michael Bay, a raíz de algunas declaraciones previas que había hecho sobre él. Con cierta timidez, Megan bajó la mirada y jugueteó nerviosamente con su muñeca mientras respondía.

Para sorpresa del público, la actriz reveló que su primera colaboración con Bay no fue en Transformers, sino como extra en la película Dos policías rebeldes II, cuando ella tenía apenas quince años. Megan explicó que los directores de casting advirtieron a Michael Bay sobre las limitaciones legales de su edad para aparecer en una escena de bar, tomando una copa, tal como el director había planeado. La solución que se le ocurrió a Bay fue hacerla bailar bajo una cascada, empapando su vestido.

Las risas del público interrumpieron momentáneamente su relato, pero Megan continuó "Tenía quince años, estaba en décimo curso”, lo que dejó claro lo inapropiado de la situación.  Aunque Jimmy Kimmel soltó una risa ligera, la actriz no se dejó amedrentar y comentó "Así funcionaba la mente de Michael Bay" a lo que la despreocupada respuesta del entrevistador fue, “Bueno, así funciona la mente de todos los hombres”

El papel de la actriz en la película "Jennifer's Body," donde interpreta a una chica poseída por un demonio devorador de hombres, fue percibido por algunos espectadores como algo sencillo, argumentando que estaba interpretándose a sí misma. En una entrevista con el Washington Post, Megan Fox reconoció que había una percepción persistente de ella como un "súcubo," durante la primera década de su carrera.

Esta percepción externa contrasta con la forma en que Megan se ve a sí misma. A pesar de que algunos la ven como una fantasía, la actriz comparte abiertamente su propia obsesión con su cuerpo, pero desde una perspectiva diferente. Ella reveló en una entrevista para Sports Illustrated que no ha amado su cuerpo en ningún momento de su vida. Su relación con su apariencia se ha visto afectada por un trastorno psicológico conocido como dismorfia corporal, que distorsiona la percepción que una persona tiene sobre su propio físico, haciéndola verlo de manera mucho más negativa de lo que otros lo ven.

 

 

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