La acusación causó que se abriera una investigación sobre la queja reportada a un sargento, donde también asegura que hubo una orden de no ofrecer agua a las personas inmigrantes.
Cuando un grupo de 120 inmigrantes, incluyendo bebés y niños, cruzó la frontera por el Río Bravo y estaban junto a una cerca, un oficial del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) presuntamente dio la orden de empujar a las personas al agua, acusó un agente de la institución, dice un correo electrónico que el mismo departamento compartió.
La acusación causó que se abriera una investigación sobre la queja reportada a un sargento, donde también asegura que hubo una orden de no ofrecer agua a las personas inmigrantes. En el mismo correo electrónico, el agente reportó haber visto a una mujer de 19 años embarazada teniendo un aborto espontáneo el 30 de junio, mientras estaba atrapada en el alambre de púas junto al río.
“Creo que hemos cruzado una raya hacia lo inhumano... Necesitamos reconocer que estas son personas que están hechas a la imagen de Dios y necesitan ser tratadas como tales”, dice la queja del agente.
En respuesta, la agencia comentó que las alegaciones están bajo investigación. “La Oficina del Inspector General está investigando las denuncias hechas en el correo electrónico en cuestión. No existe una directiva o política que instruya a los patrulleros a retener el agua de los migrantes o empujarlos de vuelta al río”, dijo el portavoz de DPS, Travis Considine, en un comunicado.
En el correo enviado a su superior, el agente de DPS hizo un recuento de varios incidentes que ocurrieron los días 25 y 30 de junio, y el 1 de julio, en la frontera donde se ubica la zona de Eagle Pass.
“Nos encontramos con 120 personas acampadas a lo largo de la cerca. En este grupo había varios niños pequeños y bebés que estaban amamantando. Todo el grupo estaba exhausto, hambriento y cansado”.