Una de las cosas que ha caracterizado al actual gobierno federal es que no le importa para nada las medidas de presión que pueda hacer el pueblo mexicano, sobre todo cuando los diferentes sectores del país no congenian con las ideas o acciones emprendidas por el presidente de la república, que luego los toma como enemigos que están en contra de todo lo que dice o piensa.
En Coahuila no es la primera vez que el sector obrero, sobre todo el de Altos Hornos de México realiza megamaechas como medida de presión, para ser visto y escuchado por las tres autoridades de gobierno, tanto federal, estatal y municipal, recordando que no es la primera vez en Ahmsa pasa por una situación crítica, aunque debemos resaltar que en esta ocasión debe ser la peor en su historia.
Sin embargo, pese a todo esto, los obreros hoy su esperanza es más grande que cualquier pesimismo, incluso de un presidente de la república que sigue empeñado a llevarse entre los pies a quien sea incluso miles de familias que hoy sufren los estragos económicos de un pleito y caprichos entre un empresario y un presidente que no da tregua alguna y solo quiere salirse con la suya.
A nadie le gustaría pensar que Altos Hornos tiene enfrente su acabose y que en cualquier momento puede tronar definitivamente y pareciera que todo apunta a eso, lo que sería fatal para todas esas familias que siguen dependiendo de esta gran empresa y por si fuera poco pareciera como si a nadie le importara.
El asombro hoy lo sienten lo mismo empresarios que diariamente piden a gritos a un gobierno federal que se apiade de la situación y ofrezca una pronta y real solución a este conflicto, pero tal parece que esto nunca va a suceder.
Pero la esperanza sigue encendida en el corazón de los trabajadores que han convocado a un movimiento más, una marcha por Ahmsa, por ser escuchados y porque las autoridades puedan hacer algo al respecto.
Han convocado a todos los sectores y a todo aquel civil que se quiera unir a esta marcha o manifestación en movimiento, pero hay una diferencia a las anteriores marchas, que hoy ni siquiera hay suficiente convocatoria entre los propios obreros y esto no lo dicen quien escribe, sino los propios movimientos que se han hecho durante los últimos meses donde exigen el pago de sus salarios son tener mucho éxito y sin que se una la mayoría de los trabajadores activos.
Y es que no criticamos para nada el que no acudan a las convocatorias sino que entendemos perfectamente que muchos no pueden porque buscaron otros ingresos, otras formas de trabajo con los que actualmente están sacando adelante a sus familias.
Muchos de ellos tuvieron que conseguir trabajos de obra civil, otros de mecánicos, plomeros e incluso otros que de buena fuente nos llegó la noticia que se dedican a limpiar patios traseros de viviendas o terrenos, y por supuesto que admiramos y aplaudimos el que con trabajos dignos busquen el sustento de sus hogares, por lo tanto no deberían ser criticados por no acudir a las marchas y manifestaciones que realizan sus compañeros, tienen que trabajar y los horarios para ganarse el dinero con el sudor de su frente no les permite, acudir y apoyar, también debería ser comprensible.
Sin embargo, se les desea todo el éxito del mundo en un movimiento en el que esperan mucho apoyo también de la sociedad civil, del sector privado y gubernamental, el de los obreros y sus familias, hoy se requiere y urge esa unidad para que suceda el milagro, pero el milagro de que los rencores y caprichos desaparezcan y por fin se pueda ver esa luz en el camino de la que tanto han hablado muchísimas, pero que en realidad no ha llegado.