Ir acudir a terapia es un proceso, no obstante, ciertas señales nos señalan que el seguimiento no es adecuado. ¿Cómo enfrentar esta situación?
Acudir a terapia es una alternativa de tratamiento para los trastornos de salud mental y una herramienta para sobrellevar los momentos retadores de la vida. En los últimos años, las personas se han propuesto romper el estigma que rodea a este tratamiento, destacando su importancia para el bienestar mental y alentando a las personas a buscar ayuda cuando sea necesario. A pesar de sus numerosos beneficios, la terapia también puede tener complicaciones, como la falta de progreso.
Este sentimiento puede estar relacionado con el terapeuta, la falta de compromiso del paciente con las sesiones u otros factores subyacentes. Si te encuentras en una situación en la que la terapia no parece llevarte a ninguna parte, estas son algunas decisiones que podrías considerar.
¿Qué pasa si la terapia psicológica no funciona?
El Centro Integral de Psicología señala que para que la terapia sea efectiva, es necesario cumplir roles: el del paciente y el del terapeuta. El paciente debe sentirse cómodo al hablar con el terapeuta, sentirse comprendido y confiar en poder expresar sus experiencias. Por otro lado, el terapeuta debe informar sobre los tratamientos eficaces, estar capacitado para orientar, mantenerse actualizado en información y ofrecer un apoyo apropiado. Según Liberta Psicología, hay ciertas señales que indican que la terapia no está funcionando, como:
- El psicólogo no escucha activamente o habla demasiado sobre sí mismo
- No explica sus decisiones y pautas, así como no responde preguntas
- Minimiza los problemas o propone soluciones simplistas
- Crea más problemas de los que soluciona
- La terapia no termina nunca porque no hay una planificación del tratamiento
- La persona se centra en el pasado en vez del presente y futuro
Si sientes que tu terapia no está funcionando, Psicología y Mente recomienda hablar primero con tu psicólogo. El portal enfatiza que no deberías sentir vergüenza, ya que tu psicólogo está ahí para ayudarte y agradecerá la información que le brindes. Si necesitas decirle que sientes que estás perdiendo el tiempo o que no te está ayudando, no temas decirlo, ya que podría ser un paso hacia la mejora.
Si decides interrumpir la terapia, Psicología y Mente también aconseja obtener una segunda opinión, ya que una mala experiencia no debería evitar que explores otras alternativas que puedan ayudarte a mejorar diferentes aspectos de tu vida. Para ello, probablemente deberás identificar los aspectos que no deseas repetir en tus sesiones y así encontrar un entorno de confianza y seguridad.