Estos vestigios históricos deben resguardarse de inmediato para evitar que se pierdan.
El Monclova antiguo era muy distinto al de hoy: ¡Era racista y elitista! Digo... hay que llamar las cosas por su nombre. La prueba más palpable es que había marcadas divisiones entre los españoles y los indios tlaxcaltecas (y de otras etnias propias de la región).
Miren, lo que hoy se conoce como El Pueblo era el área que habitaban los indígenas y fue tanto el elitismo (que enfureció a Fray Juan Larios que siempre se pronunció en contra del racismo) que ni en la muerte permitían los europeos la mezcla, con lo cual también coincide el historiador Juan Blackaller Granada.
Vestigios. Fue así que se crearon camposantos exclusivos para indios como el "Panteón de la Loma de la Cruz" que nos ocupa en esta reseña. El señor Ismael Zúñiga(+), que no se perdía el Taller de Historia Regional del Colegio de Investigaciones Históricas del Centro de Coahuila comentó a los compañeros historiadores Eleuterio Sánchez y Jesús Guajardo sobre unos vestigios que aún perduran de este cementerio que data de finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Y bueno, ya se la saben, al dialogar con Guajardo, un servidor no se quiso quedar con las ganas de buscar estos indicios de un lugar tan importante y fuimos donde efectivamente estaba una columna o base en una de las esquinas de la colonia Chapultepec al pie de la histórica colina.
En su contra esquina solo quedaba otra base a ras de suelo, la entera denotaba que en su capitel hubo alguna imagen religiosa.
Había que indagar aún más acerca del lugar y dialogué con vecinos, quienes coincidieron en que aquellas estructuras eran precisamente lo que quedaba de aquella "Villa del señor" además de que incluso de vez en cuando se aprecian cosas extrañas.
No es solo hacer una publicación, sino que esta tenga bases para ofrecerles un panorama amplio del pasado, además de ir al lugar y constatar por uno mismo que la historia aguarda en cualquier rincón.
En Monclova hubo diversos camposantos, de los cuales solo quedan indicios de los más antiguos, como el que les muestro y también el arco que se ubica sobre la calle Aldama, entre Ermita y Cuauhutémoc del Pueblo.
Este último, donde ahora se ubica la Escuela "Club de Leones" quedó atiborrado de cadáveres luego de la epidemia de cólera que azotó Monclova en 1833 y se tuvo que abrir el panteón de San Fernando que se ubicaba en lo que ahora es la Escuela primaria "El Socorro"en el año de 1849.
A los indígenas les era prohibido compartir diversas cosas con los Españoles lo que dejaba ver el racismo que existía y es por ello que tenían este panteón exclusivo al pie de la Loma de la Cruz.
La historia es como una bola de nieve, entre más avanza, va creciendo con los datos nuevos que surgen.
Monclova, a diferencia de otros municipios, ha desperdiciado edificios emblemáticos llenos de historia y que en "honor" al progreso han sido derribados.
Historia. La labor de los historiadores es precisamente preservar nuestra riqueza cultural e histórica, un servidor se ha dedicado a descubrir parajes, sitios y objetos que solamente se mencionan en libros y que afortunadamente he constatado que existen.
Entre ellos les puedo mencionar algunos como la primera fundación de Monclova que encontré a mil 223 metros de altura en el cerro del Mercado y la piedra de La Campana en la Loma de la Cruz y otras de ellas son estos vestigios únicos del panteón. Solo espero que las autoridades monclovenses le den la importancia que necesitan, antes que desaparezcan por completo y que la labor del ahora centro histórico a cuyo frente se halla Lucy Garza tome cartas en el asunto.