Un mes después del bochorno en la semifinal de la Nations League ante Estados Unidos, el público de esta ciudad sigue sin perdonar a la Selección Mexicana
Un mes después del bochorno en la semifinal de la Nations League ante Estados Unidos, el público de esta ciudad sigue sin perdonar a la Selección Mexicana.
Para la semifinal de la Copa Oro ante Jamaica, las tribunas del moderno estadio Allegiant volvieron a lucir semivacías. No como en aquel partido por el tercer lugar contra Panamá, pero muy lejos de lo que suele presentarse en los partidos del Tricolor de este lado de la frontera.
Poco menos de 30 mil aficionados estuvieron en el arranque del cotejo, en otra gris estampa de un equipo que no termina de convencer a la gente, más allá de los resultados.
No obstante, la Concacaf y Soccer United Marketing (SUM), empresa que organiza los partidos del equipo nacional en la Unión Americana siguen convencidos de que Las Vegas puede ser una buena plaza para el equipo hoy dirigido por Jaime Lozano.