Resulta que algunas personas realmente tienen tendencia a atraer garrapatas. La clave de esto es la electricidad estática. Es como frotar un globo y las cosas se pegan. De esta forma, intentan desafiar la gravedad y aferrarse a humanos y animales [1].
En el estudio, publicado en Current Biology, los científicos expusieron los ácaros a superficies acrílicas y patas de conejo peludas cargadas de electricidad estática.
"Los ácaros se sienten atraídos fácilmente por los huecos de unos pocos milímetros o centímetros en las superficies cargadas estáticamente", informan los autores. "Esto prueba que la atracción electrostática de una garrapata hacia su huésped puede ocurrir a lo largo de muchos vacíos grandes a lo largo del cuerpo de la garrapata".
En la segunda parte del estudio, los investigadores crearon un modelo informático que simula la electricidad estática que se encuentra en entornos habitados tanto por ácaros como por mamíferos. En sus simulaciones, los investigadores observaron que las partes más cargadas del cuerpo de una vaca eran la nariz, la cola y las patas, las partes del cuerpo con mayor probabilidad de ser detectadas por las garrapatas. También observaron que las plantas cercanas a los animales exhibían fuertes campos eléctricos de unos pocos milímetros de ancho.
En las etapas finales del estudio, los investigadores realizaron experimentos de laboratorio que reproducían las condiciones del campo eléctrico a partir de un modelo de computadora, y sacaron con éxito algunas garrapatas del espacio de aire, pero otras no lograron saltar por completo al caer. Observó que se resistían.
Los autores señalaron que los hallazgos podrían usarse para desarrollar nuevas estrategias para prevenir las infestaciones de garrapatas, como el desarrollo de ropa resistente a ESD y la fumigación de ganado.