El cromosoma Y tiene un papel básico en la determinación del sexo, contiene el gen que inicia el desarrollo de los órganos sexuales masculinos, pero en general no es esencial para la supervivencia de las células. Conforme envejecen, muchas personas portadoras de él lo van perdiendo de forma progresiva en algunas de sus células, lo que se ha relacionado con una menor esperanza de vida.
Los investigadores del Centro Oncológico del Cedars-Sinai llevaron a cabo un estudio publicado por la revista Nature, en el que se ha demostrado que la pérdida del cromosoma Y puede hacer que algunos tumores resulten más agresivos en la vejiga y el tracto colorrectal. Este estudio establece por primera vez la relación entre la pérdida del cromosoma y la respuesta inmunitaria.
Los investigadores observaron que cuando las células pierden el cromosoma Y, agotan las células encargadas de combatir el tumor, también llamadas linfocitos o células T. Según ha explicado Dan Theodorescu, director del Cedars-Sinai Cancer, esta es la razón por la cual el tumor crece agresivamente.
La pérdida del cromosoma Y, además de hacer que los tumores sean más agresivos hace que respondan mejor ante los inhibidores de puntos de control inmunitario, un tipo específico de inmunoterapia que se emplea de manera habitual ante este tipo de tumores; hace que las células T puedan destruir las células tumorales.
Los resultados de este estudio pueden ayudar a la hora de planificar los tratamientos más efectivos en el futuro. Ya que mediante un análisis genético se puede detectar la pérdida de este cromosoma y así personalizar el tratamiento de los pacientes masculinos con cáncer de vejiga.
Según otros estudios de la Universidad de Virginia y la Universidad de Uppsala, la pérdida del cromosoma Y también se asocia con el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Ya que favorece la alteración de la función cardiaca y el desarrollo de fibrosis.