Estados Unidos se vistió de gala el pasado martes con motivo de la festividad del 4 de julio. Un día que conmemora la firma de la Declaración de Independencia en 1776, por la cual el país proclamó su separación formal del Imperio Británico. Así, no es de extrañar que numerosas celebridades hicieran sus apariciones en redes sociales o eventos públicos, ni que muchas de las más internacionales se dieran cita en la casa que Michael Rubin posee en Los Hamptons, valorada en 50 millones de dólares.
Como otros años, el empresario estadounidense volvió a celebrar una gran fiesta a la que asistieron rostros tan influyentes y conocidos como Mbappé, Justin Bieber, Ben Affleck, Emily Ratajkowski, Jay-Z, Beyoncé, Tom Brady, Hailey Bieber, Winnie Harlow, Jennifer Lopez, Travis Scott, Kelly Rowland, Jack Harlow, Dixie D'Amelio, Jonathan Sebon, Corey Gamble, Kim Kardashian, Lori Harvey, Justine Skye o Kendall Jenner, entre otros. Todos ellos, vestidos de blanco, en cumplimiento del dress code: total white.
Según ha trascendido, el evento contó con ostentosidades de todo tipo: desde la actuación de Usher y Ne-Yo, hasta un banquete de manjares traídos de loes mejores restaurantes de la ciudad de los rascacielos, como la pizza de Lucali de Brooklyn o el sushi del icónico Nobu, o botellas de champán y tequila que superaban los 700 dólares, entre las que no faltó, por supuesto, el 818 de Kendall Jenner.