En esta zona de 3 millones de kilómetros cuadrados la gravedad terrestre tiene efectos más bajos de lo normal; dos investigadores descubrieron la razón
Un misterioso “agujero de gravedad” en el Océano Índico ha atraído la atención de científicos desde hace décadas. Pero finalmente, el misterio se ha resuelto.
El Bajo Geoide del Océano Índico (IOGL, por sus siglas en inglés) es una zona de 3 millones de kilómetros cuadrados al extremo sur de India.
En esta zona, los efectos de la gravedad de la Tierra son mucho más bajos que el promedio, pero los científicos no entendían por qué.
Debanjan Pal y Attreyee Ghosh, investigadores del Instituto Indio de Ciencias, intentaron desentrañar el misterio y origen de este agujero gravitacional.
De acuerdo con su estudio, el IOGL comprende losas del océano Tetis, un mar perdido hace mucho tiempo que se hundió en las profundidades del planeta hace millones de años.
Los investigadores simularon 19 escenarios diferentes para reconstruir el movimiento de las placas tectónicas y los cambios habidos en el manto terrestre en los últimos 140 millones de años. Jugaron con distintas viscosidades, densidades, temperatura o el tiempo de deformación de las placas.
Lo que descubrieron fue que antiguos fragmentos de la placa oceánica se han hundido a través del manto debajo del continente africano, provocando un fuerte hundimiento en el manto y cambiando la geología.
Al chocar una placa más fría y otra más caliente se generaron columnas de roca fundida, que se conocen como “plumas de manto”, las cuales tienen menos densidad y se elevan sobre el resto de los materiales. Estas plumas se movieron de nuevo hacia el océano Índico, donde actualmente está la anomalía gravitacional.
Gabriela Fernández Viejo, doctora en Geología, lo explicó así a National Geographic: entre 250 millones y 66 millones atrás, la placa india se desprendió del antiguo subcontinente de Gondwana y chocó con la placa euroasiática y en ese momento la placa de Tetis, la que formaba el océano que estaba entre ambas, se hundió en el manto.
Esta placa de Tetis, hundiéndose, se fue dirigiendo hacia África para entrar en contacto con una región de magma caliente debajo de África oriental. Esto generó una perturbación por la que unas columnas regresaron de vuelta hacia el Océano Índico, donde está la anomalía.