Las zonas más profundas del océano, conocidas como "zonas hadales", son los lugares más inexplorados de la Tierra, ubicados a más de 6.000 metros de profundidad, son inhóspitos y misteriosos debido a la alta presión hidrostática, la oscuridad, los recursos alimenticios limitados, las bajas temperaturas y la falta de oxígeno.
No obstante, a pesar de las condiciones extremas, la vida prospera en estas profundidades inexploradas. Según la revista Nature, las primeras expediciones de muestreo en las fosas abisales se llevaron a cabo en la década de 1950, y los avances tecnológicos recientes han impulsado una nueva ola de exploración de las zonas hadales. Como resultado, se han descubierto cientos de especies que habitan en estas profundidades, como microbios, protistas, gusanos, poríferos, moluscos, equinodermos, crustáceos, cnidarios y peces. Sin embargo la falta de luz en estas zonas imposibilita el desarrollo de plantas y algas, debido a que no se puede realizar la fotosíntesis.
Según AcademiaLab, un portal especializado en ciencia e investigación, las exploraciones en las zonas hadales han sido limitadas. La exploración de estas áreas requiere el uso de sumergibles tripulados o no tripulados capaces de soportar presiones equivalentes a cientos o miles de atmósferas. El sumergible HROV Nereó colapsó a una profundidad de 9.990 metros mientras exploraba la fosa de Kermadec en 2014, según el portal.
El Abismo de Challenger, ubicado en el extremo sur de la Fosa de las Marianas en el Océano Pacífico, es el punto más profundo conocido en la zona hadal, con una profundidad de 10.929 metros
Rob Nelson, biólogo de la Universidad de Hawaii, establece las diferentes capas de las profundidades marinas. La capa más superficial es la zona fótica (hasta 200 metros de profundidad), donde los rayos del sol llegan. Sin embargo, los expertos no la consideran parte de las profundidades.
La categoría de las profundidades marinas comienza en la zona mesopelágica, que se encuentra entre los 200 y 700 o 1.000 metros de profundidad. Esta zona también se conoce como la "zona crepúsculo" ya que recibe algo de luz, aunque no es suficiente para realizar la fotosíntesis. La zona batial se extiende desde los 1.000 hasta los 4.000 metros de profundidad y no recibe luz solar. Las temperaturas son muy bajas durante todo el año, alrededor de 5 y 6 ºC, y la cantidad de seres vivos disminuye a medida que aumenta la profundidad.
La zona abisal (entre 4.000 y 6.000 metros de profundidad) es fría, oscura y tranquila. Definir los límites de la zona abisal es difícil. Según Nelson, es el área donde la temperatura del agua alcanza los 4ºC. En esta zona, no hay corrientes ni mares agitados. La zona abisal cubre más de 300.000.000 de kilómetros cuadrados, lo que representa aproximadamente el 83% de la superficie oceánica y el 60% de la terrestre. La capa más profunda es la zona hadal (a partir de los 6.000 metros de profundidad). La presión en esta zona es tremenda, lo que la convierte en el lugar menos explorado por la humanidad. Rob Nelson explica que ha habido más personas en la luna que en el fondo de la Fosa de las Marianas.