Los investigadores de Harvard recomiendan comer un kiwi después de un plato de lentejas, y aunque suene extraño tienen una muy buena explicación.
Diversos estudios científicos revelan que una dieta rica en legumbres reduce el riesgo de desarrollar obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas e accidentes cerebrovasculares. Este alimento es también una excelente fuente de fibra y minerales como el hierro, el fósforo, el calcio, el magnesio y el selenio. Además ayudan a regular los niveles de azúcar en nuestro cuerpo, mejoran el tránsito intestinal y previenen desequilibrios en el metabolismo y contribuyen a controlar los niveles de colesterol.
Pero la realidad es que nuestro cuerpo no absorbe tan eficientemente todos los nutrientes. Para lograrlo, existen elementos que favorecen la absorción del hierro en alimentos ricos en vitamina C, los cuales se encuentran en una amplia variedad de frutas y verduras, como la naranja, el kiwi o el pomelo.
Mientras que nuestro organismo puede absorber entre el 10% y el 25% del hierro de los alimentos de origen animal, solo puede retener entre el 2% y el 5% del hierro proveniente de fuentes vegetales.
Se aconseja incrementar la frecuencia de consumo de legumbres de dos a cuatro porciones semanales hasta llegar a un consumo diario. Además de aumentar la ingesta de frutas y verduras que contengan vitamina C.