Históricamente, y cuando se trata de grandes superficies, Estados Unidos suele tener el mayor número de centros de tamaño mastodóntico. Un país que disfruta como ninguno de tener espacios kilométricos, no iba a ser menos con las estaciones de servicios, lugares donde, además de cargar gasolina, también se puede comprar casi de todo.
De hecho, recientemente se inauguró una estación de servicio cerca de Sevierville, Tennessee, justo a la salida de la I-40. Se trata de un Buc-ee’s, aunque no uno cualquiera. Este representa lo que probablemente sea la estación de servicio más grande del planeta.
Los Buc-ee’s ya eran espacios gigantescos. Hablamos de la cadena de estaciones de servicio que salpica los desvíos de las autopistas en todo el sur de Estados Unidos (tiene 58 ubicaciones), aunque principalmente en Texas. Estaciones que, cada vez más, están más cerca de centro comerciales que de lugares para simplemente reponer gasolina.
En el caso que nos ocupa, se trata de una estación de 6.800 metros cuadrados con 350 empleados, una “gasolinera” que cuenta con un restaurante de barbacoa, tiendas, baños gigantes y refrigerios que se venden en tamaños regulares y extremadamente grandes (como en el resto del país).
Como curiosidad, los grandes camiones están prohibidos en la estación, lo que contribuye a mantener este Buc’ees como un lugar eminentemente familiar para que los conductores promedio se detengan.