Los fungicidas que se utilizan en los cultivos de coca le dañaron irreparablemente la conjuntiva
Ada siempre fue una perrita audaz, valiente. Eso la convirtió en uno de los perros del Ejército de Colombia más reconocidos. Durante varios años, este labrador dorada caminó con valentía al frente de su guía para ubicar minas antipersonales, durante operaciones de erradicación de cultivos ilícitos.
Sin embargo, en 2021, Ada comenzó a perder su vista. El contacto con las plantas de hoja de coca, las cuales son impregnadas con químicos fungicidas, le quemó la conjuntiva y paulatinamente, comenzó a quedarse ciega. Sin embargo, la misión de esta canina de cinco años estaba lejos de terminar.
La quemadura de la conjuntiva le provocó úlceras corneales, y, por la conjuntivitis, opacidad corneal, por lo que fue diagnosticada con neuritis óptica y midriasis.
Ada fue entrenada en la especialidad de búsqueda y detección de sustancias explosivas y haciendo parte del Equipo EXDE, participó en operaciones militares en los departamentos del Meta, Guaviare, Casanare, Arauca y Putumayo, pero la quemadura de la conjuntiva le provocó úlceras corneales, y, por la conjuntivitis, opacidad corneal, por lo que fue diagnosticada con neuritis óptica y midriasis.
Ahora ya no puede ubicar minas antipersona, pero es parte fundamental de terapias de niños con condiciones especiales.
Otras capacidades
Tras quedar invidente, Ada fue llevada al Centro de Entrenamiento y Reentrenamiento Canino (Cerca), del Batallón de Ingenieros N.º 7 Carlos Albán Estupiñán, donde sería cuidada mientras terminaba, por incapacidad médica, su tiempo de servicio al Ejército Nacional.
Sin embargo, Ada demostró que no llegaría al retiro como un perro más que quedó ciego. Tenía más para dar. Sus cuidadores vieron su capacidad para conectar con las personas y, en especial, con los niños, con quienes es muy empática.
Al valorar esa condición de Ada, comenzaron con ella un proceso de adaptación para convertirla en un perro de terapia asistida y apoyo emocional. El objetivo era que apoyará a los militares, a los civiles y a los con niños que la necesitarán.
Ahora, Ada motiva a las personas que han sufrido accidentes o traumas a seguir adelante. Además, Ada desarrolló mucho más el sentido del olfato y gracias a esto participa en demostraciones caninas, en las que sorprende por sus habilidades.
Esta perrita que salvó de la muerte a los soldados, vive en su nuevo hogar, con una familia que la adoptó en el departamento de Antioquia. En ese lugar comparte con otros perros y con gatos.