La muerte de Nahel M., un joven de 17 años, a manos de la policía en Francia, derivó en una ola de protestas y violencia imparables en el país
La muerte de Nahel M., un joven de 17 años, a manos de la policía este martes pasado, en Francia, derivó en una ola de protestas y violencia imparables en Francia, con saldo, hasta ahora, de más de mil detenidos y daños incontables. Las protestas comenzaron en las afueras de París, pero se han extendido a otras ciudades.
Estas son algunas claves para entender las razones detrás de la ola de disturbios:
¿Quién era Nahel?
De origen argelino, Nahel era hijo único. Vivía con su madre, quien lo crió, en el distrito Vieux-Pont de Nanterre, de acuerdo con el diario Le Parisien.
Se ganaba la vida como repartidor de pizza, pero esperaba obtener un certificado como electricista y estaba matriculado en el liceo Louis Blériot, en Suresnes.
Aficionado del rap y de las motos, hace un mes cumplió uno de sus sueños: aparecer en un videoclip grabado en Nanterre por la estrella de rap francés Jul. El videoclip muestra a Nahel realizando el gesto característico de jul.-23.
Había iniciado un "programa de inserción" con la asociación 'Ovale Citoyen', que usa el deporte para acompañar a los jóvenes y se había asociado al club de rugby de Nanterre.
“Nahel era un chico tranquilo. Cometió infracciones, sí, pero ¿en qué mundo eso es una excusa para matarlo? Saben cómo son los jóvenes de 17 años", suspira Saliha, una habitante de Nanterre, de 65 años.
Mounia, su madre, lo describió como su "mejor amigo". "Para mí lo era todo", afirmó esta mujer devastada, quien rechazó culpar al conjunto del cuerpo policial por la muerte de su hijo.
¿Cómo murió?
El martes 27 de junio, Nahel murió al volante de un coche cuando un agente le disparó a quemarropa tras negarse a acatar un control policial.
Un video muestra cómo el policía le dispara a quemarropa y el auto avanza, hasta estrellarse más adelante.
Nahel M. no tenía antecedentes judiciales, pero ya había tenido roces con la policía por hechos similares al que llevó a su muerte, según el fiscal de Nanterre. Debía comparecer por ello septiembre ante un tribunal de menores.
“Para mí, Nahel era el típico ejemplo de un chico de barrio que había abandonado los estudios, que a veces estaba al límite pero no era un ladrón, y que tenía voluntad de salir adelante”, describió Jeff Puech, el presidente de Ovale Citoyen, en el diario Sud-Ouest.
Su muerte desató indignación no sólo en Francia, sino en Argelia, donde el Ministerio de Exteriores se declaró consternado por lo ocurrido.
El funeral de Nahel se realizó este sábado, mientras que el policía, cuyo nombre no ha sido difundido por seguridad, está detenido desde el martes y ha sido acusado de homicidio voluntario. Se sabe que tiene 38 años.
¿Por qué la muerte de Nahel desató tanta ira?
Nahel se convirtió en el símbolo del “niño de barrio”, como miles que viven en los suburbios de Francia y que buscan encajar sin lograrlo.
La muerte de Nahel ha despertado nuevamente la ira de los suburbios desfavorecidos en Francia, esas barriadas periféricas que a menudo albergan a los sectores más pobres de la sociedad francesa.
“Las personas que viven en estas comunidades tienen dos veces más probabilidades de ser inmigrantes que el promedio nacional y tres veces más probabilidades de estar desempleados”, escribió Iona Lefebvre en su artículo para el Instituto Montaigne.
Estos barrios, conocidos como banlieues (la periferia de las ciudades), se vuelven escenarios de violentas protestas tras casos como el de Nahel, que ocurren con cierta frecuencia.
En 2005 fue el suburbio parisino de Clichy-sous-Bois el que estalló, tras la muerte de dos jóvenes musulmanes de 15 y 17 años, electrocutados en una subestación eléctrica cuando escapaban de la policía.
Nicolas Sarkozy, quien era en ese entonces ministro del Interior y luego sería presidente de Francia, calificó a los manifestantes que comenzaron las protestas de “escoria”.
La banlieue se volvió a despertar en 2017, luego de que el joven Théodore Luhaka fuera violentamente maltratado por la policía en otro suburbio de París, Seine-Saint-Denis. Ahora es el turno de Nanterre tras la muerte de Nahel.
En estos barrios, la pobreza se suma a la inseguridad, y muchos de los chicos que viven allí han tenido más de un altercado con la policía.
En Francia, 5.2 millones de personas viven en barrios desfavorecidos, esto equivale a un 8% de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (Insee) de 2023.
En este tipo de barrios en el territorio metropolitano de Francia (las regiones que están en Europa), un 23.6% de los residentes no nacieron en el país, frente a un 10.3% en otras zonas, según datos del Insee de 2021.
Las acusaciones de racismo
Un joven percibido como árabe o como una persona negra tiene una probabilidad 20 veces más alta de ser sometido a un control por la policía en Francia, según un informe de 2017 del Defensor de los Derechos.
Incluso Naciones Unidas, tres días después de la muerte de Nahel, llamó a Francia a abordar con seriedad los problemas de racismo y discriminación racial dentro de sus cuerpos policiales.
“Ahora es el momento de que el país aborde seriamente los problemas profundamente arraigados de racismo y discriminación racial entre las fuerzas del orden”, aseguró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos durante la conferencia de prensa regular de la ONU en Ginebra, Suiza.
En el pasado, el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial ya expresó su preocupación por los comportamientos racistas de los agentes del orden franceses durante los controles policiales de identidad.
Activistas contra el racismo renovaron sus quejas sobre el comportamiento de la policía. “Tenemos que ir más allá de decir que las cosas tienen que calmarse”, apuntó Dominique Sopo, responsable del grupo activista SOS Racisme. “La cuestión es cómo hacemos para tener una fuerza policial que, cuando vea a negros y árabes, no tienda a gritarles, a utilizar términos racistas en su contra y, en algunos casos, a dispararles en la cabeza”.