El mexicano Sergio Pérez, segundo en el Mundial de Fórmula Uno, que el domingo arrancará decimoquinto en el Gran Premio de Austria, el noveno del campeonato, declaró este viernes en el Red Bull Ring de Spielberg (Estiria), donde quedó eliminado en la segunda ronda de la calificación (Q2) que está "decepcionado, pero" que este sábado, con la prueba sprint, "hay una nueva oportunidad".
"Creo que definitivamente teníamos ritmo hoy, y eso quedó claro según avanzaba la calificación. Estoy decepcionado, especialmente con mi última vuelta. En este circuito, los márgenes son muy finos; y las dos primeras vueltas que me anularon por sobrepasar los límites de la pista fueron claras; y acepto la decisión de los comisarios", admitió 'Checo', nacido hace 33 años en Guadalajara (Jalisco), con seis victorias -dos de ellas este año- en la F1, en la que suma treinta podios.
"En mi último intento de la Q2 tiré a tope con todo lo que pude y estaba en una buena vuelta, pero me encontré tráfico y fue mucho más complicado para rodar de forma limpia", explicó el bravo piloto tapatío, segundo en el Mundial, a 69 puntos de los 195 con los que lidera su compañero, el neerlandés Max Verstappen.
"Es lo que hay, pero hay que mirar ya a mañana con ganas, porque será una nueva oportunidad. Lo más positivo de todo es que tenemos el ritmo; así que lo intentaremos; e intentaremos recuperarnos el domingo por la tarde para la carrera", apuntó.
"Me siento mejor, pero aún no estoy al cien por cien. Estoy centrado ya en estar listo para el sprint de mañana y en hacer una buena carrera el domigo", manifestó 'Checo' este viernes en el circuito propiedad de su escudería.