Por la madrugada de ayer, Saúl Martínez Sánchez terminó su huelga debido a su salud y la falta de apoyo.
El miedo fue el factor fundamental para que los obreros de ambas plantas no apoyaron como se debiera la huelga de hambre de Saúl Martínez Sánchez, quien decidió abandonar la lucha a la una de la madrugada de ayer.
Desde hace una semana el obrero y licenciado en derecho de 54 años y trabajador del departamento de laminadora en caliente llevó a cabo este plantón frente al monumento del Ave Fénix.
Nulo apoyo. En el campamento el trabajador de 36 años de antigüedad en la empresa el turno de México fue visitado por sus compañeros de trabajo además de que la ciudadanía se solidarizaba con dinero y con despensas que eran rifadas entre los empleados.
Sin embargo, el día de ayer el campamento se levantó y eso generó una ola de especulaciones, pero Martínez Sánchez declaró que todo se debió principalmente a su estado de salud y la falta de apoyo del grueso de la plantilla laboral.
Mencionó que se estuvo asesorando con abogados laboristas de Nuevo León, Ciudad de México y Chihuahua quiénes le hicieron ver que la empresa está tratando de quebrar para no pagar nada, ya que debe mucho dinero.
Cuestionado acerca de que si todo se trató de un montaje lo de la quiebra como parte de una estrategia de Ahmsa, Saúl expresó que así él lo cree.
"Implementé esta lucha para derrocar todo lo que está pasando, pero desgraciadamente es muy difícil", aceptó el obrero quien dijo que actualmente padece de la columna vertebral y desgaste en los huesos.
"Aparte de mi salud tuvimos que evaluar la respuesta de la base trabajadora que ya era muy nula, ya me revisaron médicos y pues me dieron indicaciones de seguir alimentándome e hidratándome", dijo Saúl.
Confesó que hay mucho miedo y los trabajadores decidieron no manifestarse por algo que les corresponde, pues explicó que apenas protestan por algo y sus hijos que laboran en la empresa son corridos inmediatamente y de esos casos ya han sido cerca de 60 bajas.
Reveló que para él todo lo que ocurrió en la empresa fue planeado en contubernio con el sindicato pues desde que iniciaron no han hecho más que cortinas de humo e intimidar a la base trabajadora.
"La empresa estaba buscando un derecho a quiebra y llegar a eso porque los ampara la ley y todo el proceso que está llevando actualmente es montado", dijo.
Explicó que desde hace dos años la empresa ya estaba maquinando todo esto que se vino encima de los obreros pues la prueba está que a pesar de que tenía todo el potencial para producir los resultados fueron disminuyendo.
En cuanto al tema de la coquizadora, dijo que fue un detonante porque la empresa lo montó pues al pagarle a unos trabajadores y al resto no, con eso los dividieron y obligaron a "puntearse" y aseguró que el peor enemigo de la empresa es el obrero unido.
"¿Por qué no ha pagado la empresa? por qué la ley de quiebra sí se lo permite y así lo lleva a cabo digamos, paralizar pagos y todo lo relacionado con la empresa", concluyó no sin antes enviar como mensaje que los derechos están plasmado, pero hay que leer "si se ponen a leer van a salir a manifestarse y a pelear por ellos".