Ericka Julissa Bandy García estuvo presa por lavado de activos hasta 2022
Tegucigalpa.- La ola de violencia que se registra en Honduras cobró el sábado por la noche la vida de 11 personas que fueron atacadas con armas de fuego en un municipio del norte del país centroamericano, lo que obligó al gobierno a imponer medidas de seguridad urgentes en un esfuerzo por contener esos actos.
Ese ataque se suma a la masacre de tres personas ocurrida el jueves por la noche en una panadería de San Pedro Sula. Entre las víctimas estaba Ericka Julissa Bandy García, esposa de un supuesto socio del expresidente Juan Orlando Hernández, preso en Estados Unidos a la espera de un juicio por tres delitos ligados al tráfico de drogas.
“La investigación está en curso. En este momento, se acaba de concluir la etapa de recolección de indicios y se está en análisis; todavía es muy prematuro y no hay nada claro en cuanto a ese hecho”, expresó el viernes el portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Juan Sabillón, quien aseguró que había un equipo especial designado para la investigación.
El asesinato de Ericka Julissa Bandy García se registró en una panadería en el barrio Río de Piedras de la ciudad de San Pedro Sula, en el departamento de Cortés, situado en el norte de Honduras.
La Policía Nacional informó que, según testigos, Bandy García llegó a la panadería conduciendo una camioneta blanca de lujo y que era seguida por otro carro en el que iban el conductor y su escolta.
La mujer asesinada estuvo presa por lavado de activos hasta 2022 y su esposo, acusado de tráfico de drogas, fue asesinado cuando estaba en la cárcel por un proceso penal en el que le decomisaron varias libretas con anotaciones. En ellas, aparecían mencionados el expresidente Juan Orlando Hernández y su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández. Éste último cumple cadena perpetua en Estados Unidos por tráfico de drogas.
Según las personas que estaban ahí, entraron varios hombres fuertemente armados y sin mediar palabra dispararon contra la humanidad de la mujer y sus dos guardaespaldas”, informó a The Associated Press la vocera de la Policía Nacional en la zona norte, Belkis Valladares.
Los cuerpos de los dos acompañantes quedaron tendidos fuera de la panadería frente a la camioneta de la mujer. Ella yacía sin vida dentro del negocio. Tras el levantamiento los cadáveres fueron trasladados a la morgue de Medicina Forense de San Pedro Sula.
Bandy García fue detenida en el 2018 junto a su esposo Nery Orlando López Sanabria, mejor conocido como “Magdaleno Meza Fúnez”, y fue acusada por el delito de lavado de activos, pero recobró su libertad en el 2022.
Su esposo estaba acusado por tráfico de drogas, en un caso en el que salió mencionado el expresidente Juan Orlando Hernández en las libretas decomisadas a López Sanabria. También citaban a su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández.
Tras un largo juicio, en el que fueron presentadas como evidencias las libretas decomisadas, el 30 de marzo de 2021 Tony Hernández fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos por tráfico de drogas.
Un año y medio antes, el 26 de octubre de 2019, Nery Orlando López Sanabria fue asesinado a disparos y cuchilladas por sus compañeros de celda en la cárcel de máxima seguridad de Santa Bárbara, conocida como El Pozo I. El crimen quedó registrado en los videos de seguridad de la prisión.
El exgobernante hondureño Juan Orlando Hernández, extraditado el 21 de abril de 2022 a Estados Unidos, también se encuentra preso en una cárcel de Nueva York a la espera del juicio por tres delitos ligados al tráfico de drogas.
El analista y abogado penalista, Raúl Pineda Alvarado, dijo a AP que las libretas son evidencias que, complementadas con otras pruebas como testificales, grabaciones, videos, presunciones judiciales, “comprometen la posición del expresidente Hernández”.
“Si la prueba sirve para el pato, sirve para la pata. Es la crónica de un acontecimiento que puede señalarse con anticipación, si condenaron al hermano que no era el principal objetivo de la Fiscalía, con toda seguridad lo van a condenar a él”.
Respecto a la ola de violencia que azota a Honduras considera que el problema tiene que ver con la falta de una estrategia clara del Estado para combatir la criminalidad desde el punto de vista de una criminología moderna.
De acuerdo con el medio El Heraldo de Honduras, el asesinato de la mujer fue captado por cámaras de seguridad del establecimiento comercial en donde ocurrió el crimen.
Un equipo de sicarios de élite, portando chalecos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), ejecutó a sangre fría a las víctimas, indicó el medio.
Familiares de Erika Yulissa Bandy delegaron a su apoderado legal para reclamar su cadáver en la morgue de San Pedro Sula.
“Los familiares mandaron una funeraria con carta poder, no quisieron presentarse a la morgue, mandaron documentos, un permiso autenticado por un notario para que la funeraria se hiciera cargo del cuerpo”, dijo una fuente a ese medio.