Tobey Maguire trascendió por su interpretación de Peter Parker en la trilogía de El Hombre Araña de Sam Raimi. El actor es vegetariano desde 1992 y vegano desde el 2009.
Cuando necesita comer algo que contenga carne según el guion, aquellos productos se sustituyen por sus homólogos de la soja. Además de que Maguire no come carne, lácteos ni huevos, tampoco usa cuero ni pieles. Pero sus amigables elecciones parece más bien un acto hedonista que un heroico intento por cuidar el planeta. El lanzador de telarañas pacífico y encantador que representó en las películas no se parece en nada a quien es en la vida real: su adicción al juego y sus malos tratos hicieron que su carrera caiga en picada.
100 dólares: ¿el comienzo de la perdición?
Tobey Vincent Maguire nació el 27 de junio de 1975 en Santa Mónica, California. Es poco probable que sus padres, el cocinero Vincent y la secretaria Wendy, pensaran seriamente en tener un hijo; tenían recién 20 y 18 años respectivamente. Estaban de novios, sin apuro por casarse, más bien disfrutaban de la vida como dos jóvenes de su edad. Sin embargo, llegó Tobey sin buscarlo y todo cambió. Decidieron legalizar la relación, pero enseguida se separaron. “Vivía con mi madre, después con mi padre, luego con mi madre y su hermana, luego con mi padre y su madre, después con mi madre y su hermana, luego con mi padre y su hermano, luego con mi madre y su novio, después con mi padre y su mujer. Fue una época de locos”, dijo Maguire en una entrevista ya siendo un actor consagrado.
Finalmente Tobey se quedó con su mamá. Vivían modestamente de la asignación del Estado y el sueldo de Wendy. Al principio, el padre trató de colaborar hasta que terminó en la cárcel por robo; y este fue el fin de su ayuda. Las opiniones de madre e hijo no siempre coincidían: a Wendy le encantaba el cine y el escenario, y trataba de convencer a Tobey de que siga esa profesión. Pero él soñaba con ser cocinero, como su padre. Cuando llegó el momento de elegir una carrera, estalló un escándalo familiar: Tobey quería estudiar Economía doméstica.
Entonces su madre, al no conseguir por “las buenas” que su hijo estudiara para actor, recurrió a un “genuino” soborno: le ofreció 100 dólares a Tobey a cambio de que eligiera el teatro como vocación. Y el chico, que aparentemente el dinero siempre lo cegó, aceptó contento. El resto es historia conocida.
Un hombre araña cuesta abajo
Cuando la filmación de la tercera parte de Spider-Man comenzó, Tobey traía la espalda lesionada de la edición anterior de la película. Entonces, exigió que un médico estuviera siempre presente en el set y pedía que alguien llevara la cuenta de cuántos pasos daba en cada escena. Si hacía más de cierta cantidad podía quedarse sentado un tiempo para descansar. A esto se sumaba la mala relación con sus colegas en el set. De hecho, la producción llegó a hartarse tanto de Tobey que, cuando pidió una suma mayor de lo que había acordado, volvió a surgir el nombre de Jake Gyllenhaal para reemplazarlo. No lo soportaban más. Durante el tiempo del rodaje el actor estaba tan nervioso que fueron conocidas sus imágenes insultándose por las calles con los paparazzis. De por sí, nunca fue la persona más amable con sus fans: en varias ocasiones se lo vio pasando de ellos como si fueran invisibles, incluso en una oportunidad se cansó de un fanático y le tiró la cámara al piso.
Finalmente, la película se completó a duras penas con la actuación de Maguire pero, además de no causar ningún entusiasmo entre los aficionados, dejó descontentos a los realizadores con sus comportamientos caprichosos. Spider-Man 3 fue un fracaso de taquilla, a la vez que el principio del fin de la carrera de Tobey: en la industria comenzó a deteriorarse cada vez más su imagen. Y al igual que en 1995, volvió a excederse con los vicios: esta vez al alcohol se le sumó una irrefrenable dependencia al juego.
Adicción por el juego y la plata
El 27 de octubre de 2004 lo invitaron a jugar la Serie Mundial de Póker, en la cual ganó el Phil Hellmuth Poker Invitational en el Hollywood Park Casino de Los Ángeles, llevándose un primer premio de 95.480 dólares. Tal vez este fue el segundo incentivo para despertar aquella debilidad innata de Maguire por el vil metal: primero los 100 dólares ofrecidos por su mamá para tentarlo a comenzar su carrera de actor, y ahora este premio desató en él la ambición desmedida.
Así, a principios de siglo el actor formó parte de un grupo de jóvenes solteros de Hollywood perdidos por los vicios. En 2005, la estrella de Spider-Man colaboró con Houston Curtis -un estafador de cartas encubierto en productor de televisión-, para crear un juego de póker exclusivo para ellos y sus amigos ricos, en el que podían jugarse unos cuantos millones de dólares en cualquier juego por noche. Una especie de casino clandestino.