Por las tardes acuden a las orillas del río Bravo, a la altura del paseo del río, esto para tener menos calor.
Una familia de honduras y dos connacionales acuden cada fin de semana a las aguas del río bravo para mitigar el calor de más de 40 grados centígrados que estamos pasando en esta zona fronteriza y es que comentan que es casi imposible mantenerse en la casa donde rentan para dormir ya que solo tienen un ventilador y no es suficiente para soportar las altas temperaturas.
Por las tardes acuden a las orillas del río bravo a la altura del paseo del río esto para pasar un rato con menos calor ya que tienen su lugar predilecto un pequeño árbol que les brinda una sombra la cual los deja estar en ese lugar por varias horas olvidándose del calor un poco ya que gracias a las aguas que corren por el caudal la temperatura baja lo suficiente como para estar mejor que en su propio departamento el cual encierra el calor y no los deja estar a gusto por lo que cada tarde acuden a dicho lugar para comer o simplemente pasar la tarde.
Familias. Ya llevan viviendo en esta frontera 3 meses y mientras se resuelven su situación migratoria para cruzar a los Estados Unidos se la viven en parques públicos y plazas, pero su mejor opción comenta es a la orilla del río Bravo bajo la sombra de un árbol ya que no es posible rentar un lugar con una alberca en un hotel ya que viven al día y solo tienen para comer y rentar su cuarto.
Cabe mencionar que la familia originaria de Honduras renta su cuarto mientras que los dos connacionales se refugian en el alberge Frontera Digna que es un alojamiento con comedor, atención y orientación legal inclinada al trabajo social.
Por un lado, comentan que están esperando su cita legal mientras que los connacionales esperan una oportunidad para cruzar ilegalmente a E.U. por lo que las dos historias están cruzadas, pero con el mismo objetivo de llegar al otro lado y mejorar su estilo de vida trabajando en los Estados Unidos.