La cantante Britney Spears está decidida a cerrar todos los dramas familiares que se sucedieron tras su liberación de la estricta tutela judicial a la que se vio sometida 13 años. Si hace unas semanas la princesa del pop confirmó que se había reconciliado con su madre Lynne después de tres años sin verse, ahora la intérprete estadounidense ha revelado en sus redes sociales que ha visitado a su hermana Jamie Lynn en el set de rodaje de su última película.
La estrella no ha ofrecido demasiados detalles de ese esperado reencuentro, pero a tenor del tono tan entusiasta que ha empleado en su publicación, parece que las dos hermanas han estado limando asperezas en los últimos tiempos. "¡Ha sido genial ver a mi hermana la semana pasada! Las chicas fieles se quedan en casa, ¡pero ha sido genial visitar a la familia!", ha bromeado en su cuenta de Instagram.
A Britney no le sentó nada bien esa estratagema de Jamie Lynn, quien concedió numerosas entrevistas para promocionar sus memorias, y así se lo hizo saber a la vista de todos los internautas. "Las cosas que me molestaron de todo lo que dijo mi hermana fue que estaba fuera de control. En aquella época, hace 15 años, ella nunca estuvo a mi lado... Así que, ¿por qué está hablando de eso ahora? ¿No será que ella quiere vender libros a mi costa? ¿En serio?", reaccionaba con indignación en la esfera virtual. Asimismo, en esos tiempos la afamada artista arremetía contra Jamie Lynn y su progenitora al considerar que fueron cómplices necesarias de todos esos años de suplicio.
"Mi familia arruinó mis sueños al cien mil por cien y encima trata de hacerme quedar como una loca mientras tengo 40 de fiebre y no puedo moverme de la cama. A mi familia le encanta hundirme y hacerme daño, así que estoy muy disgustada con ellos", se quejaba.