Una nueva mancha detectada en la superficie del Sol está causando una gran preocupación en la comunidad científica. La inmensa mancha, que hace una semana no era más grande que cualquiera de las muchas otras que se puede ver en el Sol, ha crecido hasta ser cuatro veces más grande que la Tierra.
La nueva mancha solar, que ha sido denominada como AR3315, es tan grande que puede ser vista a simple vista sin necesidad de un telescopio, aunque se recomienda a quienes quieran verla, que usen las mismas precauciones necesarias para observar un eclipse solar.
Cómo nos afectan las manchas solares
El Sol tiene muchas manchas y aunque los expertos aún no han podido identificar el motivo de su existencia, se ha determinado que están relacionadas con explosiones solares y que pueden interferir con el campo electromagnético de la Tierra.
Una de las maneras en que las manchas solares son potencialmente dañinas para la Tierra, es que las erupciones que las causan provocan tormentas geomagnéticas con eyecciones de partículas coronales de la atmósfera solar hacia el sistema solar.
Estas erupciones liberan ráfagas de radiaciones diversas incluyendo rayos X y rayos gamma que tiene el potencial de afectar el campo electromagnético de la Tierra dañando circuitos eléctricos, transformadores y sistemas de comunicaciones.
Cómo podría afectar a la Tierra esta nueva mancha solar
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA por sus siglas en inglés) advirtió que la AR3315 podría liberar peligrosas cantidades de energía solar y, según un reporte de spaceweather.com, la mancha muestra un campo magnético inestable que posibilita la expulsión de llamaradas Clase M e incluso de peligrosas llamaradas Clase X.
Desde 2016 NOAA vigila el comportamiento de las manchas solares, a través del uso de su satélite DSCOVR, cuyos datos son analizados por el Centro de Predicción del Clima Espacial para emitir un reporte final.
Según el reporte, los científicos ya registraron una pequeña llamarada de Clase M-1, la más baja del rango, pero se teme que AR3315 libere una llamarada Clase X-1 justo cuando se encuentre frente a la Tierra, lo que podría constituir una amenaza para nuestro planeta.
Un reporte de National Geographic explica que “las erupciones de clase X pueden causar grandes perturbaciones en la Tierra, como apagones de radio de alta frecuencia y tormentas geomagnéticas.
Estos eventos pueden tener efectos significativos en nuestra tecnología, incluidos cortes de comunicación satelital, cortes de energía y, en casos extremos, daños a los satélites y sistemas de energía”.