Aunque sabía de los peligros a los que estaba expuesta al involucrarse en las expediciones, en 2022 la buceadora mexicana conoció los restos del legendario barco.
Desde niña, la buceadora mexicana Renata Rojas había soñado con ver el naufragio del famoso transatlántico que se hundió en su viaje inaugural en 1912. Sin embargo, fue hasta 2022 que hizo su primera expedición en el Oceangate, donde viajo hacia el Titanic.
Ahora, rescatistas se encuentran en vilo luego de que el domingo el submarino Titan -que suele trasportar a turistas para ir a ver los restos del Titanic- desapareciera en la costa este de Estados Unidos, desencadenando una operación de rescate.
En entrevista para Exploring By The Seat Of Your Pants, Rojas, oriunda de Cozumel, explicó que su amor por el mar comenzó desde que tenía 12 años debido a que su padre, quien es instructor de buceo, le daba clases desde muy joven en la península de Yucatán.
"México en general es un lugar para bucear hermoso cada costa, no solo Cabo San Lucas, la península de Yucatán, es hermoso donde quiera que vayas ves ballenas, mantas, pequeños y grandes peces, focas, lobos marinos y todo lo que te puedas imaginar", dijo.
Asimismo, la mujer que cuenta con una amplia experiencia buceando en diferentes partes del mundo, platico que desde que estaba en el bachillerato tenía una particular atracción sobre los naufragios, "quería ir a buscarlo, quería ser la persona quien lo encontrara", indico.
Desde entonces se inscribió a Woods Hole en la Universidad y comenzó a coleccionar cosas sobre el Titanic: libros, películas, revistas y todo lo que pudiera absorber en lo que encontraba una compañía que organizara viajes hacia el naufragio. "Para ir a una expedición quería saber más al respecto; leí todo lo que pude, vi todas las películas que pude y ahora voy a ir a una expedición al Titanic", comentó.