El reciente intento de compra de Activision Blizzard ha generado controversia y declaraciones públicas de las compañías involucradas. Sin embargo, una de las más destacadas ha sido PlayStation, que ha estado luchando para evitar que el trato se lleve a cabo.
Su argumento principal ha sido la preocupación de que Xbox convierta franquicias como Call of Duty en exclusivas, lo cual afectaría seriamente a la competencia.
La medida cautelar de la FTC
Esta semana, la FTC ha presentado una medida cautelar para detener la adquisición y evitar que Microsoft la cierre sin el pronunciamiento del organismo estadounidense.
En el escrito de defensa presentado por Microsoft, se revela información relevante para el caso, incluyendo las palabras de Jim Ryan, jefe de PlayStation, quien aseguraba que Call of Duty no sería exclusivo de Xbox.
Según Microsoft, Jim Ryan habría afirmado en privado a personas cercanas que, a pesar de la adquisición, Call of Duty no sería exclusivo de Xbox debido a razones económicas. Esto contradice completamente la postura defendida por PlayStation en contra de la adquisición, sosteniendo que la pérdida de Call of Duty sería inevitable e irremplazable.
Un testimonio cuestionado
Aunque no se conocen los detalles exactos de las declaraciones de Ryan, su mención en la defensa legal de Microsoft indica que su postura en privado difería de lo expresado públicamente. Esto plantea interrogantes sobre las verdaderas intenciones y perspectivas de las compañías involucradas en esta disputa.
Aún queda por ver cómo se resolverá este conflicto y qué impacto tendrá en la industria de los videojuegos. Las declaraciones contradictorias han agregado más incertidumbre a la situación, dejando a los jugadores y seguidores de la franquicia en vilo ante el futuro de Call of Duty. Mantente atento a futuras actualizaciones sobre este controvertido caso.