Si el Barça lo consiguió con la MSN nada hacía pensar que la MNM fuera a quedarse atrás.
El PSG cerró la temporada 2022-23 trabajando ya en un nuevo proyecto que rompa con el anterior, buscando nuevamente la excelencia y, quién sabe, comprendiendo que el dinero no lo es todo en el futbol. Acabada la etapa, breve, de Christophe Galtier en el banquillo Sergio Ramos y Lionel Messi también se despidieron del club tras dos temporadas en las que reunir en el vestuario a futbolistas de primerísimo nivel desembocó en una decepción mayúscula, probablemente en el mayor fracaso del futbol profesional contemporáneo al máximo nivel.
Emulando aquel Real Madrid Galáctico de principio de siglo y aglutinando al tridente ofensivo más mediático y, sobre el papel, desequilibrante de todo el universo futbolístico, los gestores del club galo entendieron tener al alcance la gloria deportiva.
Si el Barça lo consiguió con la MSN nada hacía pensar que la MNM fuera a quedarse atrás. A Mbappé y Neymar, incorporados en el verano de 2017, se unió al cabo de cuatro años Messi... Y junto a ellos Sergio Ramos, Gianluigi Donnarumma, Marco Verratti, Achraf, Marquinhos, Nuno Mendes o Vitinha aseguraban un potencial al que no podría enfrentar ningún rival en Francia y apenas ninguno, tampoco, en Europa. Y, sin embargo, el fiasco fue monumental.