Dentro del universo de TikTok, una plataforma de redes sociales en la que convergen la creatividad y la originalidad, se ha manifestado una tendencia ampliamente reconocida como “dupes”.
En el contexto de esta plataforma, el término “dupe” se utiliza para referirse a un video en el que un creador imita o reproduce el contenido de otro usuario. El objetivo es recrear una escena, un baile, una tendencia o cualquier otro tipo de contenido popular que haya sido previamente publicado en la plataforma.
La palabra proviene del inglés “duplicate”, que significa duplicar o copiar. Cuando una persona decide hacerlo, generalmente intenta imitar el video original lo más idéntico posible, siguiendo los movimientos, las expresiones y el estilo del creador. Al hacerlo, el creador busca mostrar su habilidad para recrear y capturar la esencia de la grabación.
Se consideran una forma de participar en las tendencias y desafíos virales. Los usuarios pueden agregar su propio toque personal, pero el objetivo principal es seguir la estructura y el contenido básico del mismo.
Los “dupes” atraen al público debido a su capacidad para imitar de forma precisa el contenido de otros creadores, generando reconocimiento y familiaridad. Además, permiten a los usuarios mostrar su creatividad y estilo personal, creando una conexión emocional con la audiencia. También brinda la oportunidad de participar en tendencias populares, generando un sentido de pertenencia, lo que los hace atractivos y envolventes para el público.
Las redes sociales han transformado diversos sectores, y hoy en día es imprescindible para las empresas de renombre contar con cuentas verificadas en plataformas como Twitter, TikTok o Instagram, por mencionar algunas. Estas plataformas se han convertido en sorprendentes canales de marketing, pero también de antimarketing.
En este contexto, surge el fenómeno del “dupe”, una tendencia que está revolucionando el ámbito del marketing, especialmente en los sectores de la cosmética y la moda. ¿Cómo lo hace? Popularizando alternativas económicas a productos más costosos.
Un caso exitoso de “dupes” es el de la marca de maquillaje ColourPop. Es conocida por lanzar productos asequibles con una calidad comparable a la de marcas de lujo. Ha ganado popularidad por ofrecer alternativas económicas a productos de alta gama. Por ejemplo, lanzaron una paleta de sombras de ojos llamada “Yes, Please!” que se asemeja mucho a la famosa paleta “Heat” de Urban Decay. Ambas paletas tienen una selección de tonos cálidos y vibrantes.
No solo se asemejaba en términos de colores, sino que también ofrecía una calidad sorprendentemente similar a un precio mucho más asequible.
Esto permitió a los consumidores obtener una apariencia similar a un precio más bajo, atrayendo a aquellos que no querían gastar una gran cantidad de dinero en una paleta de sombras de ojos.
Al ofrecer productos con una relación entre calidad y precio atractiva, ColourPop logró generar un gran interés y lealtad entre sus clientes, convirtiéndose en una marca popular en la industria del maquillaje.
En este ámbito también han sido utilizados para promocionar productos similares a dispositivos populares pero a un precio más bajo. Por ejemplo, una marca puede lanzar un teléfono inteligente con características y funcionalidades similares a un modelo de una marca reconocida, pero a un precio más económico. Esto atrae a consumidores que desean tener un dispositivo de calidad pero sin gastar tanto dinero.
Alimentos y bebidas. En este ámbito, se han utilizado como parte de estrategias de marketing para promover alternativas más asequibles. Una marca puede lanzar una bebida refrescante que comparta un sabor similar con una bebida reconocida, pero a un costo más bajo.
Algunas marcas consideran que los “dupes” son una forma de imitación o copia, lo que puede resultar en disputas legales por infracción de derechos de autor o propiedad intelectual.
Esto ha llevado a debates sobre los límites entre la inspiración, la innovación o incluso la violación de derechos dentro del contexto del marketing.