El estratega de la Selección Mexicana reconoció sentirse orgullo de estar en ese puesto
Los contaste del puesto, las contradicciones en una misma charla.
Y es que es muy difícil ser técnico de la Selección Mexicana, pero a pesar de todo lo que ha tenido que vivir en apenas cuatro meses en el cargo, Diego Cocca dice que está feliz, “y orgulloso de ser el técnico de México”.
Valora su puesto, porque “Ha sido difícil llegar aquí”. Y acepta sin miramientos: “La silla que ocupo es para criticar, la culpa de todo es mía”.
Lo vio de lejos en otros procesos. “Reitero, soy consciente de la silla donde estoy. Lo he visto con el ‘Tata’ (Gerardo Martino) con Juan Carlos Osorio y he evidenciado las críticas que a veces no eran ciertas ni justas. Cuando entendemos las cosas como son, podemos resolverlas, como lo hecho contra Estados Unidos y en el corto plazo, seguro que vendrá la revancha”.
No quiere hacerse el mártir, porque no es algo totalmente nuevo lo que ha tenido que soportar en este corto tiempo: “Lo he pasado en clubes, pero lo que me mueve es que si en clubes pudimos cambiar y mover a unos cuantos, si hago feliz a 140 millones de habitantes será fantástico”.
Reiteró, la “mea culpa” es difícil de quitársela de encima: “Desde el día que me senté en la silla, acepto la buena y las malas. La culpa es mía, pero eso no lo puedo manejar, lo que viene de fuera no lo puedo controlar”.
Y es que de los malos ratos, de los fracasos, se aprende más: “A veces se crece más en una derrota que un triunfo. Ojalá que eso (caer ante Estados Unidos) deje enseñanzas, se pueda crecer y de esa manera la gente encargada nos podrá tener un poco más de paciencia”.