Parece el guion de una película, pero como ocurre en ocasiones, la realidad supera a la ficción. Tal y como ha contado Forbes en un artículo, el FBI detuvo a una peluquera de Los Ángeles, arrestada de intentar orquestar el asesinato de un hombre de Luisiana. Lo curioso del caso es cómo logaron llegar hasta ella.
Según las autoridades, la detenida responde al nombre de Julia Coda y utilizó el seudónimo online “Bonfire” para hacer uso de $ 10.000 en bitcoins a un sitio de sicarios en la dark web en un esfuerzo por planear un asesino. ¿La razón? Al parecer, Coda lo acusaba de haber secuestrado a su sobrina y quería que su posible víctima pareciera que accidentalmente tomó una sobredosis de drogas.
Dicho esto, y como decíamos al comienzo, la parte más extraña de esta trama tiene que ver con la forma en la que las autoridades dieron con Coda: a través de otro delincuente. En este caso, y según la acusación federal que Gizmodo pudo ver, el gobierno admitió que recibió un aviso sobre “Bonfire” de una fuente del Departamento de Seguridad Nacional que también era un ciberdelincuente extranjero que anteriormente había sido condenado por delitos relacionados con material de abuso sexual infantil.
Según Forbes, el hacker que se identifica en los informes como “fuente de HSI”, trabajó para el gobierno desde 2018 bajo lo que se llama un “acuerdo de ofrecimiento”. Dichos acuerdos no implican un intercambio de dinero, sino que se basan en un contrato legal que describe cómo un acusado proporcionará información útil a cambio de un trato indulgente.
Además, el medio explica que el sitio que visitó “Bonfire” era una estafa. De hecho, se cree que la mayoría de los “sitios web de sicarios” son fakes diseñadas exclusivamente para estafar en la dark web fuera de las criptomonedas. Por si esto fuera poco, el sitio había sido pirateado por el hacker pedófilo convertido en informante vinculado al gobierno, de forma que pudo entregar información sobre el complot a las autoridades estadounidenses.
Por cierto, Forbes escribe que Coda configuró la cuenta de Coinbase usando su nombre real, lo que facilitó que la policía la identificara como la principal sospechosa en el caso.