A nivel nacional, el 32% de los mayores de 60 años están empleados.
En la localidad cada vez son menos los adultos mayores que se mantienen laborando para recibir un salario y cada vez incrementa más este sector poblacional, pues en diversas empresas y establecimientos comerciales no admiten a personas pertenecientes a la tercera edad, limitando su vida laboral.
A pesar de que Coahuila, Durango y Nuevo León son las tres entidades en el Norte con más personas adultas mayores trabajando. Las condiciones laborales, de pensión y pobreza de las personas mayores de 60 años se podrían agravar a medida que dicha población crece en el país sin políticas públicas y empresariales que acompañen esta realidad, advierte el Observatorio de Salarios (OdS) de la Universidad Iberoamericana.
A nivel nacional, el 32% de las personas con más de 60 años se encuentra trabajando.
Convivencia
Servando Linares, un ciudadano de la tercera edad, quien día con día visita la Plaza Principal de Monclova con la finalidad de convivir con más personas de su rango de edad y excompañeros de trabajo, expuso que comúnmente se reúnen es este punto para poder salir de la rutina dentro del hogar y fuera de las actividades laborales. La mayoría de estos ciudadanos ya cumplieron con su lapso de vida laboral, lo cual, no fue una decisión propia, si no, que en diversas empresas ya no fueron admitidos.
Limitaciones
Antes de la pandemia, de algunos adultos mayores trabajaban como empacadores en centros comerciales de la localidad, con objetivo de obtener recursos económicos extras, sin embargo, debido a la llegada de este fenómeno, les pidieron que dejaran de trabajar para no exponer su salud, y hoy en día que todo regresa poco a poco a la normalidad, muchos supermercados ya no habilitaron esta bolsa de trabajo que les daba oportunidades laborales a los “abuelitos”, pues son escasos los comercios que aún cuentan con estos servicios, limitando las opciones.
Adversidad. Ante esto, muchos de ellos solo viven de sus pensiones gracias a las labores que realizaron, lo cual, generalmente no les alcanza, incrementando la pobreza laboral en los adultos mayores y haciéndolos caer en una rutina, por lo que buscan realizar actividades diarias fuera de sus hogares para poder sobrellavar la cotidianidad, sin embargo, han aprendido a administrar mejor sus ingresos financieros, pues al no poder conseguir un empleo tienen que buscar alternativas.