Un repaso por las mejores series que vienen de la tierra del K-pop
Desde el triunfo de 'Parásitos' en los premios Oscar del 2020, Corea del Sur es una máquina de largar éxitos. La estética coreana está en pleno 'boom', desde tatuajes hasta tratamientos de belleza, la industria cultural rompió fronteras y copó el mundo.
El K-pop es la otra forma en que Corea se hace sentir en todos los continentes. Bandas como BTS, que no para de hacernos bailar con Dynamite, o BlackPink, la 'girl band' del momento que ha lanzado sus propios temas con Cardi B, Selena Gomez y hasta Lady Gaga, y que tiene hasta su propio documental en Netflix, son escuchadas por chicos y chicas en cada rincón del planeta. No importa si entienden el idioma o no.
Qué series coreanas ver en Netflix
El gigante de streaming se ha convertido, de alguna manera, en la cuna de los doramas coreanos, como son conocidos estas series. Si viste "El juego de calamar", tenemos una gran selección de series que proponerte para descubrir y fascinarte.
Si quieres apuntarte a este plan solo tienes que acceder a tu cuenta de Netflix y escoger una de las mejores k-series que hemos recopilado a continuación. Ahora vas a entender por qué en las redes sociales no se habla de otra cosa.
Una de las mejores es "La buena Mala Madre": Young-soon, una madre que enviudó muy joven, se encarga de una granja de cerdos y cría sola a su hijo Kang-ho. Decide ser una 'malamadre', muy rigurosa con su hijo, para que crezca con ambiciones, y se convierte en un importante fiscal. Sin embargo, un accidente hace que el joven vuelva a tener siete años, por lo que la madre deberá volver a educarle, decidiendo de nuevo ser 'malamadre'. Una emotiva comedia dramática que sigue el camino de la recuperación de la relación entre madre e hijo.
Otra de las que se pueden encontrar en Netflix es "Woo, abogada extraordinaria": Una increíble serie coreana de Netflix que gustará a los amantes del género y a los que nunca hayan visto una serie de este país. Narra la historia de Woo, una abogada de 27 años, autista, pero que tiene un coeficiente intelectual de 164. Su capacidad innata para la memoria fotográfica, su talento fuera de lo común y su pensamiento creativo le convierten en un auténtico 'lince' en su profesión; sin embargo, a nivel social le cuesta mucho relacionarse con los otros y eso puede llegar a ser una pega en su trabajo.