En el cuidado del agua, el Gobierno está rebasado, necesita de las comunidades, académicos y grupos sociales, pues es un problema grave por la sobreexplotación de los acuíferos.
Saltillo, MÁS. – No solo Cuatro Ciénegas, sino la mayoría de las cuencas del norte de México, están padeciendo problemas de sequía desde hace años, pues se extrae mayor cantidad de agua de la que llega para recargar.
Tanto en lo que se refiere a la disponibilidad superficial como subterránea, advirtió Alfonso Andrés Cortés Lara, especialista en gestión del agua e investigador del Colegio de la Frontera Norte en Baja California.
Su hipótesis es que al norte del país, en la mayoría de las fuentes de agua hay estrés hídrico porque la curva de demanda va en aumento y la curva de oferta del agua va en declive, al grado de que hace años se cruzaron.
Esta situación afecta no solamente al agro, que es al sector que quieren meter en control al manifestarse la sequía, sino a los sectores industriales y sociales, pues tiene que ver con el crecimiento de las poblaciones.
La situación afecta desde el Río Bravo y Río Colorado hasta todos los conocidos como cuerpos de agua que abastecen a la población principalmente, los cuales se recargan de aguas superficiales y la lluvia, pero hoy atravesamos por una “mega sequía”.
Ante el contexto del Valle de Cuatro Ciénegas, al que especialistas le dan cinco años de vida y que el acuífero de La Laguna deberá aplicar proyectos de uso sustentable más agresivos para su conservación y recarga adecuada, debido a que en ambos abastecedores la explotación es mayor que la recarga, el especialista hídrico expresó su opinión.
Son varias problemáticas, por el cambio climático ha disminuido la disponibilidad del agua, la demanda o consumo ha crecido sobre todo en las zonas urbanas e industriales y la actividad de la agricultura en el norte del país, citó el estudioso.
En pocas palabras, declaró, la curva de demanda ha crecido y la curva de recarga o disponibilidad ha bajado, eso nos pone en situación crítica y es lo que imagino que pasa con el Valle de Cuatro Ciénegas y La Laguna desde hace años.
Y después de afirmar que “si dejamos que las cosas sigan como están, por supuesto que los centros urbanos o de producción van a colapsar”, propuso hacer gestiones en cuanto al manejo y administración del agua, manejar incentivos institucionales al consumo, incentivos no económicos al consumo menor del líquido y aplicar la ley, es decir, los incentivos del tipo regulatorio a través de la Conagua.
“Porque mientras no se apliquen inteligentemente estos incentivos, de mercado económico, regulatorio e institucional, entonces veremos colapsadas varios cuerpos de agua o zonas poblacionales”, concluyó.