¿Qué pasaría si estuvieras encerrado, atrapado en un lugar desde hace tanto tiempo que ya no recuerdas por qué estás ahí? ¿Y si hablamos de varias generaciones convencidas de que hay algo malo ahí afuera, pero ya no saben realmente qué es o si ese mal sigue ahí? Esta es la base de la premisa de Silo, una serie de ciencia ficción que logró mantenerme enganchadísimo desde su primer episodio. Tenemos que hablar de ella.
Pero por supuesto, sin spoilers.
Silo es una de las series más recientes de Apple TV+, una plataforma que ha sabido moverse muy bien en el género de la ciencia ficción. Severance fue de lo mejor que vimos en 2022, y no solo en ciencia ficción sino entre todas las series que estrenaron el año pasado. De resto, tenemos joyas como For all Mankind y Foundation, entre otras. Silo se suma como otra gran propuesta en el género, una que se desplaza entre el misterio, la paranoia y la curiosidad, en medio de un mundo distópico lleno de ignorancia.
Porque mantener a un pueblo ignorante, es mantenerlo bajo control. ¿Cierto?
Sin dar demasiados detalles, Silo se basa en una comunidad de seres humanos que existen en un silo, un búnker gigantesco, de unos 144 pisos de profundidad. Las personas viven allí encerradas desde hace, al menos, 140 años (la cantidad de tiempo que han pasado ahí no está clara), y han perdido todo el conocimiento de lo que sucedió en el planeta que los hizo encerrarse ahí para sobrevivir. Y es que 140 años antes de los acontecimientos de la serie, se llevó a cabo una rebelión de personas que intentaron abandonar el Silo, abrir las puertas y “dejar entrar el veneno del exterior”, lo que los mataría a todos. Los rebeldes fueron derrotados, pero curiosamente, una de las pérdidas de esta batalla fue la destrucción de todos los libros y registros del pasado. Por lo tanto, más de un siglo después, no se conoce nada del pasado previo a al rebelión.
La comunidad vive bajo las leyes de un único libro: “el Pacto”, una especie de constitución pseudo religiosa (algunos hablan de ella como si fuera una biblia) que incluye tanto reglas para penalizar crímenes como estatutos que deben seguir las autoridades para determinar si dos personas son “compatibles” y pueden formar una pareja, además de si pueden, o no, intentar tener hijos.
Entre esos curiosos se encuentra la esposa del Sheriff del Silo, y un joven técnico informático, quienes descubren algunos objetos del pasado que están estrictamente prohibidos por la ley. Por supuesto, aunque hay policías, también existe un departamento superior de inteligencia encargado de “proteger” al Silo y sus 10.000 habitantes desde las sombras. Agentes secretos, que hacen el trabajo sucio, llamados “Poder Judicial”. Si alguien hace demasiadas preguntas, pueden suceder cosas.