Clarence Purvis, un estadounidense de 97 años conmovió al mundo durante varios años ya que tenía la bonita tradición de comer junto a una foto de Carolyn, su difunta esposa.
La partida de Clarence deja un gran vacío en el corazón de sus familiares y seres queridos, quienes dicen encontrar consuelo en la idea de que finalmente se reunió con el amor de su vida.
La historia se remonta en 1948, cuando él tenía 24 y Carolyn 16, se casaron en 1949 y vivieron felices 63 años, hasta que ella lamentablemente falleció en 2013. A pesar de las circunstancias de la época y la diferencia de edad su matrimonio fue un ejemplo de compromiso y devoción mutua.
Al fallecer su compañera de vida, Clarence decidió rendirle homenaje de una manera muy especial, y llevaba su fotografía a Smith´s, el restaurante que ambos visitaron durante más de 10 años. “Ella siempre estuvo conmigo cuando vivíamos. Ella está conmigo ahora", comentó tiempo atrás a WTOC.com
“Nadie se ama más de lo que yo y mi esposa nos amamos. Yo quería lo que ella quería y ella quería lo que yo quería. La amo y la extraño mucho“ afirmaba Clarence, quien demostró al mundo que el amor verdadero perdura incluso después de la muerte de un ser querido.