Cora es una corgi con un triste pasado, ya que era utilizada para tener camada tras camada, pero cuando enfermó y no le fue posible tener más cachorros sus antiguos dueños se deshicieron de ella.
Una mujer llamada Madison Palm decidió acogerla y cuidarla, pero con el tiempo se encariñó tanto con la perrita que la adoptó permanentemente para asegurarse de que recibiera todo el amor que merecía.
En una ocasión Madison y Cora se encontraban en el aeropuerto debido a un vuelo demorado, la amigable perrita saludaba a los que pasaban cerca suyo en la sala de espera y decidió tomar una siesta, por lo que Madison soltó la correa para relajarse y comer algo. En ese momento la perrita despertó y antes de que la mujer pudiera llamarla fue hacia un pasajero que se encontraba solo.
“Le pregunté si ella lo estaba molestando y con una cara sombría y ojos llorosos dijo, ‘No, no; Perdí a mi perro anoche’. Él le rascó detrás de las orejas, le dio unas palmaditas en la espalda y susurró lo linda que era“, cuenta Madison
"Ella sabe quién está sufriendo y sabe quién la necesita. Nunca he cuestionado eso. Estoy impresionada por ella todos los días. ¿Quién diría que un perro que no fue amado durante siete años y medio podría tener tanto amor para dar?“ comentó su dueña a The Dodo.