Varios solicitantes de asilo dijeron que funcionarios mexicanos en Nuevo Laredo los habían amenazado con retenerlos.
La administración del presidente Joe Biden ha dejado de aceptar citas a través de aplicaciones móviles para admitir a solicitantes de asilo en un cruce fronterizo de Texas que conecta con una ciudad mexicana notoriamente peligrosa, después de que defensores advirtieran a las autoridades estadounidenses de que los migrantes estaban siendo objeto de extorsión allí.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos no dio explicaciones sobre su decisión de dejar de programar nuevas citas a través de la aplicación CBP One para el cruce de Laredo, Texas.
Varios solicitantes de asilo dijeron a The Associated Press que funcionarios mexicanos en Nuevo Laredo, al otro lado de la frontera de Laredo, Texas, los habían amenazado con retenerlos y hacer que perdieran sus citas programadas de asilo a menos que les pagaran. Los grupos humanitarios de Laredo afirman que recientemente habían advertido a la CBP de los problemas y de que ciertos grupos estaban controlando el acceso al cruce internacional en el lado mexicano.
Los defensores de los migrantes dicen que la situación en Nuevo Laredo, que está plagado de luchas entre cárteles y otros problemas, pone en duda el argumento de la administración de que México es un lugar seguro para el número récord de personas que huyen de la violencia en América Central y otros lugares.
Rafael Álvarez, de 29 años, que huyó de Venezuela, dijo que tras aterrizar en Nuevo Laredo a principios de junio, las autoridades de inmigración mexicanas del aeropuerto le confiscaron sus documentos de viaje, incluida una copia impresa del correo electrónico que confirmaba su cita con CBP One, y le exigieron que pagara mil pesos mexicanos, unos 57 dólares. Fue retenido junto con otros migrantes.
“Nos decían a escondidas: ‘Van a meter el dinero en este sobre y nos lo pasan’”, relató Álvarez, recordando lo que los funcionarios le dijeron a él y a otros migrantes.