Los rostros perfectamente esculpidos que vemos en pasarelas y alfombras rojas conllevan consecuencias que de las que no siempre estamos conscientes.
Los expertos afirman que la operación irreversible se vende como una forma de acentuar los pómulos y la línea de la mandíbula, dando un aspecto tenso y cincelado. Pero la eliminación de este tejido, llamado grasa bucal, puede dañar los delicados nervios y glándulas debajo de la piel, causando incluso parálisis e inflamación severa a largo plazo.
Si bien los resultados inmediatos son satisfactorios, a la larga es más probable que la piel se arrugue y se caiga, provocando un envejecimiento prematuro y en muchos casos los paciente terminarán generando una dependencia a los rellenos faciales para corregir este problema.
Un análisis de las búsquedas de Google nos muestra que la demanda de eliminación de grasa bucal ha aumentado 30 veces desde diciembre.