El exprimer ministro era el líder de Forza Italia y de Finnivest; su muerte desata un terremoto en Italia.
La muerte de Silvio Berlusconi hoy, a los 86 años, hace temblar su imperio económico, que tendrá que repartirse entre sus cinco hijos, pero también a su partido Forza Italia, que queda huérfano de su máximo líder y no tiene un claro heredero.
El líder de Forza Italia y fundador de Mediaset falleció tras una larga hospitalización de 45 días a causa de una neumonía y una forma de leucemia. A pesar de su edad, Berlusconi ha mantenido las riendas del partido que fundó en 1993 mientras que todos los posibles herederos han ido desapareciendo durante los años, incapaces de igualar el carisma del empresario.
Por ello, ahora Forza Italia se encuentra en un momento de vacío en el que habrá una lucha entre los llamados "halcones", aquellos más combativos como Alessandro Cattaneo y Licia Ronzulli, esta última muy cercana a Berlusconi, y los "moderados" como el actual coordinador de la formación y ministro de Exteriores, Antonio Tajani.
Si con Berlusconi el partido había coleccionado uno de los peores resultados de su historia en las últimas elecciones generales, cerca del 8 %, ahora necesitará un verdadero líder y nuevas propuestas para intentar resanar la formación y ya se habla de la organización de un congreso, que como tal no se celebra desde 1998.
Tras las elecciones, los analistas aseguraron que ese 8%, considerado ya un milagro, fue resultado casi exclusivamente del regreso a la política activa del exmandatario, que así logró 63 senadores y diputados, por no hablar de los cinco ministros que consiguió incluir en el Ejecutivo y que le deben todo a Berlusconi y su negociación con la primera ministra, Giorgia Meloni.