Hace tres años durante una mudanza el perrito Binky salió por la puerta principal de su casa, cuando su familia se dio cuenta organizó una búsqueda exhaustiva, pero como el can no aparecía se resignaron a esperar a que alguien lo encontrara y los contactara, ya que el perro tenía un microchip.
Conforme pasó el tiempo sus esperanzas iban desvaneciéndose, pero un día llegó la llamada que tanto estaban esperando, la organización Dorchester Paws encontró y rescató al perrito en Carolina del Sur, a muchos kilómetros del hogar de la familia en Georgia.
April Howard, rescatista y directora de Dorchester Paws, comenta que encontró al animal en muy mal estado deambulando por un vecindario, su pelo estaba enmarañado, tenía las uñas largas y los dientes se le estaban pudriendo.
La veterinaria lo bañó, le dio medicamentos y le afeitó el pelo que le cubría los ojos por completo. Se dieron cuenta de que era un perro muy mayor, que estaba ciego y que tenía un microchip para localizar a sus familiares.
Como no tiene vista reconoció a sus dueños al olerlos y se emocionó muchísimo, la familia sigue sin creer que encontraron a su perrito, que vivirá sus últimos días rodeado de mucho amor.