Monseñor José Valdés, asesor de la pastoral de migrantes de la Diócesis de Piedras Negras señala que esta acción en realidad es una injusticia social.
Tras el anuncio del gobernador de Texas, Greg Abbott, sobre la instalación de un muro flotante en los márgenes del rio Bravo, se crea una nueva incertidumbre sobre la situación que estarán viviendo las familias migrantes que intenten cruzar el río para poder solicitar un asilo humanitario.
Sobre esto, Monseñor José Valdés, asesor de la pastoral de migrantes de la Diócesis de Piedras Negras señala que esta acción en realidad es una injusticia social, donde una sociedad está siendo afectada, que en este caso son los migrantes, por ello resalta que ojalá esto no logre concretarse.
Detallo que ese afán de querer poner obstáculos a personas que buscan mejorar su vida y a quienes tienen que huir de sus lugares de origen porque corren peligro su vida, es una injusticia social, "podrán poner todos los muros que quieran inventar, pero los migrantes con tal de salvar la vida, buscarán la mejor manera de poderlos librar, por ello quisiera hacer que una voz se escuche en bien de los migrantes, que es que eviten por justicia social todo obstáculo que pueda ser deprimente para el migrante, pues en muchas ocasiones se han cometido injusticias pero ya no piensen en una más", declaro Monseñor Valdés.
Asimismo, resaltó que sobre esto es mucho mejor ir a la conciencia de las autoridades, pues lo esencial está en que los migrantes buscan la mejor manera de sacar adelante a sus familias, ya que ellos no son delincuentes por querer algo mejor, sino al contrario, están buscando la esperanza de tener una oportunidad de poder conseguir un bienestar que no lograron en sus países de origen.