Puede pensarse que en una relación de pareja es necesario un amor excesivo para que todo marche bien, sin embargo, con el tiempo esto pudiera transformarse en algo perjudicial.
El amor es un bello sentimiento que puede llevarte rápidamente a la luna cuando estás con tu pareja, pero ¿qué sucede si amas demasiado? Podrías comenzar a descuidar tu bienestar y convertirte en dependiente de tu pareja. Identifica las señales de amar demasiado y cómo esto puede arruinar tu relación.
Cuando encuentras a tu media naranja, es normal que sientas deseos de entregarte por completo, sacrificando cosas y cediendo a las solicitudes de tu pareja. ¡Pero ojo! Entregarse a este sentimiento puede llevarte a amar de más, colocándote en último lugar en la lista de prioridades.
No estamos afirmando que el amor excesivo sea malo, pero si lo permitimos, puede ser doloroso y afectarnos negativamente. Nada en exceso es saludable, y aunque el amor es hermoso, cuando es demasiado puede obscurecer nuestra percepción de la realidad y llevarnos a situaciones problemáticas, ignorando nuestro propio bienestar.
¿Cómo saber que amas demasiado?
Darse cuenta de que amas demasiado no es fácil, pues comúnmente nos dicen que, para el amor verdadero, debemos entregarnos por completo, complacer al otro y hacer lo que sea con tal de estar juntos, sin embargo, este comportamiento no siempre es lo más sano.
Por atención a las señales que indican que amas demasiado:
- Tienes necesidad de cuidar a los demás
Si amas en exceso, podrías estar ocultando un temor profundo al abandono. Por lo tanto, te esfuerzas por hacer todo lo posible para asegurarte de que tu pareja sea feliz sin causar ninguna molestia que pueda distanciarla.
- En el fondo, tienes miedo al abandono
Si amas en exceso, es posible que en realidad estés tapando un gran miedo al abandono. Por lo tanto, harás todo lo posible para asegurarte de que tu pareja esté feliz y no se aleje, lo que puede llevar a que tu autoestima dependa de la otra persona. No es saludable depender emocionalmente de alguien en una relación.
- Intentas controlar a tu pareja
Amar de forma excesiva, o más bien, de manera perjudicial, puede llevarte a creer que puedes manipular a tu pareja, lo cual conduce a episodios enfermizos de celos, donde no toleras que tu pareja tenga conversaciones o encuentros con otras personas sin tu presencia. Con el tiempo, esto perjudicará la relación, ya que la confianza se pierde y se presentarán discusiones más frecuentes.
- Quieres complacer en todo a tu pareja
Te aterra perder a tu pareja, por lo que cedes y le das la razón en todo. Tu visión del amor verdadero es complacer a tu pareja en todo, sacrificando tu bienestar y felicidad, porque crees que es mejor que perderla. Esto está relacionado con el miedo al abandono.
- Buscas llenar carencias
El amor excesivo hacia la pareja está ligado a carencias emocionales en la infancia, lo que te hace esforzarte por mantener la relación a flote incluso cuando las cosas están mal. Buscas desesperadamente sentirte amado y protegido en la relación, lo cual puede llevarte a aceptar situaciones abusivas sin darte cuenta.
¿Te reconoces en estas señales? Es posible que sufras de amor excesivo. Reflexiona sobre las razones detrás de tu necesidad de entregarte por completo y, en caso de necesitar ayuda, recuerda que siempre puedes contar con el apoyo de un experto en salud mental.