La necesidad hacen huir de su país por razones de inseguridad, y en busca de una mejor vida
Un sinfín de historias se pueden escuchar dentro de albergues, por las calles del Centro y en las orillas del río Bravo, de hombres y mujeres que decidieron migrar para buscar algo mejor para sus familias, donde muchas de ellas, señalan la necesidad de huir de su país por razones de inseguridad, ya que son perseguidos por pandillas, pero otro lo hace por tener una mejor vida.
Esto último, es el caso de Arcelia, de 24 años, quien llego hace dos semanas a esta frontera, y quien es originaria de Honduras, acompañada de su pequeña hija Santa María, de 3 añitos, quien, a pesar de su corta edad, ya ha podido padecer lo que es una verdadera necesidad, pues de acuerdo a lo que nos relata su madre, mientras estuvieron en su país, tuvieron días en los que pasaron mucha hambre y ya no quiere eso para su pequeña hija.
"Vivir en Honduras es una situación muy difícil, más para quienes no tenemos ningún estudio, muy apenas pude terminar la primaria y ya no tuve la oportunidad de estudiar algo más, en casa éramos siete hermanos más mi mamá y mi papá, todos nos llevamos un año de diferencia, yo soy la quinta hermana, de las chicas, somos tres mujeres y cuatro hombres, y para todos fue lo mismo, ninguno termino más allá de la primaria, hasta hace unos años que dos de mis hermanos decidieron comenzar a estudiar, fue difícil porque todos estamos acostumbrados a vivir de la pepena, para quienes estamos así no hay muchas oportunidades de nada, cuando supe que estaba embarazada al principio me decepcione porque sabía a lo que venía mi hijo o hija, ya luego supe que era niña, pero si estaba triste, enojada y desesperada, poco a poco fui tomando la decisión de algo mejor, comencé a buscar trabajos limpiando casas, restaurantes y si fue mejor, luego ya me lleve la sorpresa y me nació la niña, lloraba mucho porque yo no quiero para ella lo que viví yo, por eso mejor hice esto, escuchaba que se venía la gente y sin miedo acá estamos solo nosotras, en el camino si hay peligros, pero todo depende de con quien hables y donde andes, antes de llegar aquí estuve en otras partes, primero en Tabasco, luego me fui a Guanajuato, después a Monterrey, donde tuve varios trabajos en restaurantes, en casas, siempre ayudando en la limpieza, pero con muy buena paga, cuando me dieron el primer pago lo primero que hice fue comprarle unos zapatos, la traía en puros calcetines, entonces te imaginaras lo que significa poder tener tu dinero, y ahora espero la cita para ver si me dan asilo, es la próxima semana, pero si no, me quedo acá en México, me ha ido bien y me pagan bien, estoy feliz donde sea que me quede, aquí o en Estados Unidos, pues yo no huyo de nada ni de nadie, solo quiero algo mejor para ella"."