Científicos australianos señalan que el área que le indica a nuestro cerebro cuando estamos llenos permanece inactiva cuando hay estrés.
El Instituto Garvan de Investigaciones Médicas dirigió una investigación en la que se formaron dos grupos de ratones, uno en condiciones normales y otro sometido a estrés crónico, se les ofreció la misma cantidad de comida a ambos grupos por el mismo periodo de tiempo y se monitoreaba cuanto comían.
Las investigaciones arrojaron que los ratones del grupo que se sometió al estrés ganaron el doble de peso que los ratones que no estaban estresados.
Los tests revelaron que la parte del cerebro llamada habénula lateral no enviaba la señal de saciedad a los ratones que estaban bajo estrés, por lo que continuaban comiendo.
Los científicos señalan que los ratones estresados consumían tres veces más sucralosa.
Aunque los resultados de este estudio no son aplicables en humanos los investigadores hacen hincapié
en mantener una dieta balanceada en momentos de estrés para evitar comprometer al metabolismo.